[Une double famille]. Novela publicada en 1830. En una antigua calle de París, oscura y miserable, vive con su madre una deliciosa muchacha, Carolina Crochard. La única diversión de las dos mujeres, que pasan sus días sentadas ante una ventana del entresuelo, bordando, es el espectáculo de los raros transeúntes, uno de los cuales se impone pronto a su atención, debido a su porte señorial y a su noble rostro que parece entristecido por una pena secreta.
Entre Carolina y el desconocido nace un amor, al principio prudente y temeroso, y luego cada vez más ávido y arrollador; de manera que al cabo de unos años encontramos a la pobre bordadora en el lujo, dueña de un elegante piso alegrado por dos lindos niños. Pero no está casada; su fiel amigo, que es el conde Roger de Granville, está vinculado por un infeliz matrimonio desde su primera juventud. En este punto el narrador vuelve atrás en su relato y traza con rápido y punzante análisis toda la historia de Granville, joven y brillante magistrado del Imperio, y de su vida familiar fatalmente entristecida por el invencible santurronismo jansenista de una mujer que se había casado demasiado fácilmente por razones de interés.
La solución extralegal, aunque nacida bajo los más encantadores auspicios, no parece, empero, traer buena suerte al infeliz magistrado que acaba siendo cruelmente traicionado y abandonado también por Carolina. El escritor ha complicado el sencillo motivo inicial, añadiendo cada vez más temas a su historia, llenándola de intenciones morales, y resolviendo en fin la intriga con una apresurada catástrofe bastante arbitraria. Pero toda la primera mitad de la novela, con la exquisita imagen de la joven Carolina y la delicada historia del primer amor, llega a un tono poético de absoluta pureza, y representa algo aparte, que se levanta a la altura de las mejores creaciones de Balzac.
M. Bonfantini