[Heiliger Alexius]. Leyenda del poeta alemán Konrad von Würzburg (1230-1287). Sigue muy de cerca la leyenda del Santo en la versión francesa: Vie de Saint-Alexis (v. Leyenda de San Alejo). Alejo, hijo de un rico romano de los tiempos del emperador Teodosio, ha de casarse con Adriática, descendiente de noble familia.
La noche de su boda, mientras se celebraba la fiesta en el salón lleno de luces, desfiles, músicas y cantos, reconoce el joven esposo la vanidad del mundo, restituye el anillo nupcial a su esposa y marcha, primeramente a Pisa y después a Oriente. Allí pasa diez años en vida de penitencia, entre las más terribles privaciones y sufrimientos, y después de ese tiempo vuelve a Italia, en la ciudad de Lucca; pero Dios le somete a nuevas y más duras pruebas; a consecuencia de una tempestad, y arrastrado por las olas hacia el Lido de Roma, consigue llegar a esta ciudad, pero su padre no lo reconoce y tan sólo consigue tener una yacija bajo la escalera del palacio paterno, donde vive maltratado por los criados, confortado tan sólo por la certeza de que su esposa le sigue fiel.
Cuando siente la proximidad de su muerte, escribe su vida sobre un pergamino que retiene en sus manos al fallecer. Entretanto, la esposa, que ha sufrido siempre en silencio la pérdida del marido, consigue recoger el escrito de las manos del difunto; al ser leído, se evidencia la santidad de Alejo, quien es sepultado entre grandes honores y profundo duelo. Todas las campanas de Roma doblan en su gloriosa memoria. Los milagros que se realizan sobre su tumba confirman su santidad.
M. Pensa