Una historia contada por el joven oficial Tomski ha estimulado la codicia de Germann, un hombre de pocos posibles y enorme ambición. Según el relato, una muy anciana condesa conoce tres cartas infalibles para ganar en el juego, cartas que le fueran indicadas en su juventud por el famoso ocultista Saint-Germain. Tras embaucar a la joven dama de compañía de la condesa, Lizaveta, Germann consigue una noche introducirse en la alcoba de la anciana.
En vano, sin embargo, amenaza e implora: la anciana muere de espanto sin abrir la boca. Pocos días después se le aparece el espectro de la condesa: éste le revela las cartas (tres, siete y as) pero le ordena casarse con Lizaveta. Decidido a ganar en el juego, pero sin intención de obedecer la segunda petición de la anciana condesa, Germann juega y gana dos veces, pero a la tercera, en lugar del as, sale la dama de picas: Germann enloquece.