Robert Schumann (1810-1856) escribió cuatro Cuartetos. Los tres primeros, integrados en el opus 41, fueron escritos para instrumentos de cuerda. El cuarto, compuesto en 1847, añade un piano al violín, violonchelo y viola. Pianista por temperamento, Schumann difícilmente consigue familiarizarse con la técnica tan particular del cuarteto para instrumentos de arco. En estas obras el contenido musical es incomparablemente rico y la construcción arquitectónica destaca por su lógica, audacia y novedad. Los tres Cuartetos del opus 41, fechados en 1842, aparecen escritos en las tonalidades de «la menor», «do mayor» y «la mayor», siendo todos ellos hijos de la misma inspiración.
El Cuarteto, en la menor, nos muestra cómo Schumann se aplicaba a adaptar las formas Sonata y Sinfonía al espíritu de la nueva escuela romántica. El primer movimiento se inicia por un breve «Andante expressivo». Un tema melancólico, expuesto por el primer violín, es reemprendido en canon por los demás instrumentos. Después un segundo y enérgico tema se destaca de las variaciones del primero; a continuación se enfrentan dos nuevos temas y el segundo en «pizzicati» anuncia ya el «Scherzo». Éste, cuyo ritmo tenaz es sostenido constantemente por uno de los cuatro instrumentos, expone un tema que permite a Schumann abandonarse a su inspiración romántica: los jadeos sincopados simbolizan la inquietud de su alma atormentada. Tres compases graves introducen en el «Adagio» el tema principal ejecutado al unísono por los dos violines. Después vuelve, en «legato», el tema, en «pizzicati», del «Scherzo». Los dos temas del final («Presto») desembocan en una larga frase bucólica antes de la brillante reexposición en mayor del comienzo de este último movimiento. El Cuarteto para instrumentos de arco y piano fue el primer trozo de música de cámara en que Schumann unió el piano a las cuerdas. Satisfecho de esta primera experiencia, el músico aplicará la misma fórmula en las restantes composiciones del género.
El «Allegro» se inicia con un tema atormentado que el piano canta en arpegios. Los cuatro instrumentos exponen al unísono un segundo motivo y se entabla un animado diálogo entre el violín y el piano. Piano y violonchelo presentan el motivo inicial del «Scherzo», que el violín reemprende en «staccato» para introducir una frase en la que Schumann parece abandonarse a una euforia pasajera. El trío se caracteriza por el ritmo sincopado. El «Andante» vuelve a restablecer la paz y un lirismo gozoso con los nebulosos arabescos del violín. En el «Finale» irrumpe un tema espontáneo y enérgico que se desarrolla en fuga. Todos los instrumentos se dejan arrastrar por el torbellino de una inspiración tumultuosa. Este Cuarteto, en «mi bemol», se dio a conocer en primera audición el 11 de enero de 1842, con Clara Schumann al piano.