El narrador, Joan Mayol, sacerdote de la casa de Bearn y seguramente hijo ilegítimo de su señor don Toni, da su visión de este personaje, último descendiente de un noble linaje mallorquín en plena decadencia. La primera parte de la novela, «Bajo el signo de Fausto», narra la relación de don Toni con Xima, su sobrina, con la que marcha a París en 1859, ésta le abandona y se convierte en cortesana. A la vuelta de don Toni a Bearn su esposa se separa de él y no vuelve hasta pasados diez años, después de una fugaz aparición de Xima.
La segunda parte, «La paz reina en Bearn», se centra en la vida de los señores en sus posesiones, sólo interrumpida por un viaje a París y Roma. En esta etapa don Toni se dedica a escribir sus memorias. Al final regresa Xima, pobre y mayor, y los tres personajes mueren en extrañas circunstancias. En el epílogo, Joan es visitado por unos investigadores de la masonería que pretenden conocer los secretos que esconde la sala de las muñecas, habitación siempre cerrada que debe su nombre a la afición de un antepasado de los Bearn, por la cual fue expulsado del ejército. Joan quema el contenido de la habitación para preservar la memoria de la familia.