[Ad uxorem]. Obrita en dos libros compuesta por Quinto Septimio Florencio Tertuliano, apologista cristiano nacido en Cartago y que vivió entre fines del II y principios del siglo III d. de C. En el primero de estos libros, que tiene carácter más estrictamente personal, el autor expresa a su mujer el deseo, casi la orden, de que no contraiga segundas nupcias en caso que él muera antes que ella; pues ninguna razón —ni la flaqueza de la carne, ni el deseo de tener hijos, absurdo en tiempos tan tristes— justifica la repetición de un acto que sólo por necesidad se efectúa una primera vez, puesto que la condición ideal del cristiano es el celibato; y no sólo quiere dirigirse Tertuliano a su mujer, en este escrito suyo, sino a todas las viudas, puesto que mantenerse fieles a su primer marido es cumplir con su deber que las hará meritorias también ante Dios.
Menos severa es la tesis del segundo libro en el cual Tertuliano quiere poner de relieve la inoportunidad para una cristiana de volver a casarse con un pagano y exponerse a todas las dificultades que seguirían a un acto tan insensato. En cambio, ofrecen la más absoluta intransigencia las obritas en las cuales, convertido al montañismo entre el 202 y el 207, Tertuliano vuelve á tratar ese tema: la Exhortación a la castidad, escrita para un amigo suyo que se ha quedado viudo, y el opúsculo De la monogamia, en las cuales el segundo matrimonio es condenado rotundamente y la castidad declarada una de las más altas y meritorias virtudes cristianas. El segundo de los dos libros A su esposa se concluye con una descripción de la perfecta pareja cristiana, una en alma y cuerpo, ligada por la fe común, y que es quizás el pasaje más bello y característico de estos escritos.
E. Pasini