Nació el 13 de junio de 1865 en Sandymount, cerca de Dublín, y murió el 29 de enero de 1939 en Roquebrune (Cap Martin). Su nombre se halla vinculado al movimiento de la independencia irlandesa y al «renacimiento céltico», o sea al movimiento destinado a destacar los rasgos étnicos del país y las características propias de su espíritu — la fantasía soñadora, la tendencia a un místico pavor, y la atracción de lo sobrenatural —, y a devolver el vigor a la cultura irlandesa mediante el retorno de ésta a sus verdaderas fuentes de inspiración: los antiguos poemas gaélicos, las fábulas y las tradiciones. En 1887 la familia Yeats se trasladó a Londres; sin embargo, William pasó muchos meses de cada año en Sligo, en Irlanda, a cuyos bellos paisajes lacustres aluden con frecuencia sus obras juveniles.
Formóse en Hammersmith y en la «Erasmus School» de Dublín, y estudió pintura durante algún tiempo. A los veinticuatro años publicó la primera colección de poesías, y trabó amistad con literatos y poetas como William Morris y Arthur Symons, con quienes participó en la fundación (1891) de la «Irish Literary Society». La obra poética de Yeats evoluciona desde el simbolismo (v. Poesías, 1895, y El viento entre las cañas, 1899) hacia un estilo más intelectual (v. La torre, 1928), y llega a caer bajo la influencia de la corriente metafísica; no obstante, aparece siempre llena de una inspiración de encanto mágico. En A Vision (1925) presentó su extraña filosofía de la historia, y procuró reconstruir la unidad de la sensibilidad que el racionalismo destruyera. En 1891, con La condesa Kathleen (v.), llegó por vez primera al teatro, e inauguró, al mismo tiempo, la escena irlandesa nacional («The Irish Literary Theatre»), creada según el modelo del «Independent Theatre» londinense; tendía ello a descubrir de nuevo y documentar la realidad histórica y poética de Irlanda.
El fervor patriótico, el naturalismo filosófico y una genética rebeldía juvenil llevaron a esta empresa a varias personalidades muy distintas entre sí: Yeats, madurado, como hemos dicho ya, bajo la influencia del simbolismo francés, y tendente a la reforma estética y moral de la sociedad; la rica lady Gregory, esposa de un alto funcionario inglés, la cual había vivido, a lo largo de su primera juventud, en el ambiente mundano de Londres y reveló su talento en una serie de graciosas piezas de carácter cómico; el católico Edward Martyn, erudito y místico, y, finalmente, George Moore (v.), escritor despreocupado y elegante, y asimismo con una formación literaria francesa. La condesa Kathleen es una especie de auto sacramental que desarrolla poéticamente una leyenda muy difundida en Irlanda: en el curso de una época de penuria, dos diablos disfrazados de mercader adquieren almas a cambio de pan; la piadosa condesa ofrece la suya para poder alimentar a los irlandeses hambrientos.
Un misticismo fantástico igual se da en las restantes obras teatrales del autor, La clepsidra [The Hour-Glass, 1904], también inspirada en una leyenda medieval, La tierra del deseo del corazón (1894, v.), Las umbrías aguas [The Shadowy Waters, 1904], Catalina, hija de Houlihan (1902, v.), El puchero de caldo [The Pot of Broth, 1902], El umbral del rey [The Kirik’s Threshold, 1903], Sobre la playa de Baile [On Baile’s Strand, 1904], Deirdre (1906, v.), El yelmo dorado [The Golden Helmet, 1908], Cuatro comedias para bailarines [Four Plays for Dancers, 1921], estas últimas graciosos pasatiempos de salón. Se trata, en general, de producciones cuyos valores líricos prevalecen netamente sobre los dramáticos; inspiradas por la fe en una poesía capaz de redimir a los hombres de la tenebrosa tristeza de la civilización industrial, parecen más bellas leídas que oídas en el curso de una representación. El teatro nacional irlandés fue el nexo y el estímulo de la actividad literaria de muchos jóvenes, singularmente de Syng’e. Yeats dirigió tal movimiento hasta su muerte. Nuestro autor figuró entre los primeros senadores de la Irlanda independiente, y en 1923 recibió el premio Nobel de Literatura.
M. L. Astaldi