Nació en Reval el 9 de abril de 1770 y murió en Berlín el 10 de diciembre de 1831. Perteneció a una familia acomodada, y estudió Medicina en esta última ciudad y en Gotinga, donde se graduó en 1802. Luego, hasta 1810, vivió como rico señor aficionado al estudio en Jena; posteriormente pasó a Nuremberg, y en 1818 ingresó en la Academia de Ciencias de Berlín, en cuya ciudad se estableció. Tras sus primeros trabajos de química dedicóse a estudiar los colores, y consiguió resultados mencionados con elogio en De la teoría de los colores (v.) y Ciencias naturales [Zur Naturwissenschaften überhaupt, 1817] de Goethe, con quien había trabado amistad. En 1819 demostró experimentalmente la difracción en la propagación del calor.
Descubierto de nuevo en 1821 el fenómeno que denominó «polarización magnética» (Magnetische Polarisation der Metalle und Erze durch Temperaturdifferenz, en Abhandlungen der Berliner Academie, 1822-23), ya señalado por A. Volta en 1794, Seebeck dedicó el resto de su vida casi exclusivamente al estudio de la termoelectricidad, de acuerdo con la terminología más correcta establecida en 1C23 por H. Ch. Oersted (1777-1851). A semejanza de lo que hiciera Volta respecto de las fuerzas electromotrices de contacto, investigó experimentalmente el poder termoeléctrico de los metales (v. Termo electricidad), y determinó varias escalas.
Intuyó la verificación del fenómeno inverso al termoeléctrico, pero sus intentos destinados a obtenerla resultaron vanos; la consiguió, en cambio, J. Ch. Peltier, en 1834. Muchas de las investigaciones de Seebeck fueron continuadas por su hijo Ludwig (1805-1849), también físico de fama y a menudo confundido con su padre.
M. Gliozzi