San Cirilo de Jerusalén

Doctor de la Iglesia (proclamado en 1883), nació en torno al 315 en Jerusalén, donde Murió el 18 de marzo del 386, o, según otros, el año si­guiente. Alrededor de los treinta años fue ordenado sacerdote, y no mucho después, en 348, consagrado obispo de Jerusalén por el metropolitano Acacio de Cesarea, favo­rable al arrianismo; ello motivó el conflicto entre éste y C., defensor de la ortodoxia (aun cuando rechazara, como no pertene­ciente a la Escritura, el término «homoúsios»).

Y así viose desterrado por pri­mera vez en 357 y de nuevo en 360; regresó al subir al poder Juliano el Apóstata, al cual vio fracasar en su intento de recons­truir el templo de Jerusalén. Bajo el emperador Valente conoció un tercer destierro, más largo (367-78). C. tomó parte en el se­gundo concilio ecuménico de Constantinopla.

Se le atribuyen las veinticuatro Catequesis (v.), dieciocho de ellas destinadas a los «iluminados» o catecúmenos próximos ya a la recepción del bautismo, y las últi­mas cinco a los recién bautizados o neo- iluminados; las primeras pertenecen a la Cuaresma y las demás a la Semana Santa; se denominan éstas «mistagógicas», o sea de introducción a los Misterios, por cuan­to tratan de los sacramentos y el culto, en tanto aquéllas se ocupan de la penitencia y comentan el Credo.

Sin embargo, las cin­co últimas parecen obra del sucesor de C., Juan; en cambio, las primeras se remontan al 348 ó al 350. De nuestro autor poseemos además una homilía sobre la curación del paralítico (Evangelio de San Juan, 5) y una carta al emperador Constancio, donde refiere la aparición de una cruz en el cielo de Jerusalén (v. Escritos apologéticos). Al­gunos escritos en árabe y copto que se le atribuyen son apócrifos.

A. Pincherle