Trovador francés del siglo XII, murió probablemente en 1203. No poseemos ninguna noticia cierta sobre su vida. Es posible que hubiese desempeñado las funciones de guardián (castellano significa guardián de un castillo) del castillo de Coucy desde 1186 hasta 1203 y que tomara parte en las Cruzadas de 1190 y 1198. Villehardouin cuenta que un castellano de Coucy murió durante una travesía y que su cuerpo fue echado al mar. Tal vez se trata de nuestro autor. Existen veintiséis canciones atribuidas a este poeta, de las cuales sólo unas quince son auténticas; pertenecen al género de las canciones corteses imitadas de los trovadores meridionales, en particular de Bernart de Ventadorm (v.).
Sus canciones son dulces y tiernas y en ellas hallamos a veces una penetrante nota de melancolía (v. Poesías). G. de Coucy se convirtió en el protagonista de una leyenda novelesca que cuenta la cruel historia de un amante a quien un marido celoso mató y cuyo corazón dio luego a comer a la esposa infiel. De esta historia, a la que el castellano de Coucy es originariamente ajeno, existen varias versiones provenzales y alemanas, todas ellas derivadas del Román del castellano de Coucy y de la dama de Fayel (v.), original de Jakemon Sakesep.