Arquiloco

(sig. VII a.C.) poeta griego. Nació en la isla de Paros; el eclipse solar del año 648, al que él alude en el fragmento 74, es una indicación cronológica segura.

Fue mercenario y vivió en Tasos y en Naxos, donde se­gún la tradición murió combatiendo.

Su poesía presenta una gran variedad métrica (elegías, yambos, epodos). Se conservan unos 140 fragmentos; numerosas e importan­tes (aunque controvertidas) son las adquisiciones recien- tes. El mismo A. se presenta, en el fragmento 1, además de como poeta, como un hombre de armas, impetuoso y arrojado, en abierto constraste con los valores tradicio­nales de la sociedad aristocrática.

Arquiloco cuenta con petulan­cia haber tenido que abandonar el escudo en la batalla; en otros fragmentos ironiza sobre la jac­tancia de los comandantes y sobre la vanidad de la gloria después de la muerte.

Junto al tema de la guerra se halla el tema del amor, vivido sobre todo como sufrimiento y enfermedad, como dolor sufrido virilmente: es típico, en este sentido, el fragmento 67, en el cual el poeta apostro­fa a su propio corazón «trastornado por afanes sin sal­vación» y lo exhorta a defenderse de los adversarios «oponiendo de frente el pecho».

Pero su fama, sobre todo entre los antiguos, está ligada al uso del yambo para un tipo de poesía fuertemente polémica y agresiva, de la que también Horacio será, en los Epodos, un imitador.