Muerte entre poetas, de Ángela Vallvey.

Muerte entre poetas. Vida entre cabrones... (como la Universidad misma)

Comprada por casualidad y leída por gusto, estamos ante una novela que refleja perfrectamente una época, y eso ya es mucho.

Es fama que la novela finalista del Premio Planeta suele ser mejor que la ganadora. En este caso, no podemos estar seguros de tal cosa, pues  no hemos llegado a leer «La hermandad de la Buena suerte», de Fernando Savater, pero la finalista nos ha dejado un regusto agridulce.

Por diversas circunstancias tuve el placer de conocer a la autora y tengo que decir, sin cinismo, que me gusta mucho más ella que la novela. Y no sólo en presencia, que vale lo suyo, sino también en agudeza, inteligencia y conversación. De hecho, tras conocer a Angela Vallvey y leer su novela tiene uno la impresión de que se ha contenido o de que le han recortado de algún modo los ramalazos de vivacidad e inteligencia que, aún así, descollan entre las páginas de este libro un poco obvio en lo que se refiere a la trama policiaca.

La trama negra no es mala, pero resulta algo floja, aunque con gracia. Pero la gracia no es de la trama, sino de la autora. Me explico: los investigadores no interesan a nadie y los investigados no tienen ni media bofetada como criminales, pero el conjunto, con el enfoque que le da la autora, resulta curioso.

La idea es más o menos esta: una vieja millonaria y viuda de un poetastro del franquismo, trata de lavar la imagen de su marido convocando un bien pagado congreso de poetas donde cada uno de ellos deberá presentar una ponencia sobre el poeta difunto. La gracia del tema reside en que todos se odian bastante entre sí (con más o menos cordialidad), y concretamente odian más que a nadie a uno de los asistentes, que es asesinado.

El difunto era un profesor universitario que plagiaba los trabajos de sus becarios (algo común), mamoneaba las subvenciones (algo habitual), y cerraba el paso a todo el que no le rindiese la suficiente pleitesía (algo corriente)

A partir de ahí, tenemos un recorrido demasiado amplio por la vidas y amores de cada cual, con una web investigadora detrás de todo, un hacker que no sabe lo que dice, unos policías que aparecen poco y no investigan un carajo y un esfuerzo mínimo por interesar al lector en todo lo que no sean las peripecias personales de cada cual, muy a lo ilusiones perdidas de Balzac, pero con toda la mierda y la podredumbre de la universidad y el mundillo poético perfectamente retratados.

El culpable puede ser uno cualquiera o ninguno. La novela negra es mala. La novela costumbrista es brillante.

 

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»Muerte entre poetas, de Ángela Vallvey.»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «Muerte entre poetas, de Ángela Vallvey.»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI

EL GOLFO DE LOS POETAS (Fernando Clemot)

EL GOLFO DE LOS POETAS de Fernando Clemot ( Barataria Ediciones)
288 páginas – Ed. 2009
ISBN: 978-84-95764-90-4
http://espadasylabios.blogspot.com/
                                     http://estancosdelchiado.blogspot.com/

ABSURDO, MEMORIA Y CULPA* de Jordi Gol Corzo

* Artículo expuesto por el autor en la presentación de la novela «El golfo de los Poetas» de Fernando Clemot ( Barataria, 2009)

Absurdo, memoria y culpa, estos son los tres grandes ejes temáticos que atraviesan la novela de Fernando Clemot, El golfo de los poetas; estas son las tres grandes obsesiones de su personaje principal, Leo Carver, en su búsqueda suicida de sentido para una vida que zozobra al borde ya del naufragio definitivo. Leo Carver, centro y eje de la novela, impone al lector su punto de vista de escritor alcohólico y desmemoriado que, paradójicamente impone una figura lúcida en sus reflexiones y en su voluntad de enfrentarse a un mundo al que no le encuentra sentido.
En una vuelta de tuerca a la tragedia clásica, Leo Carver sufrirá su Katábasis, su particular descenso a los infiernos a través de sus excesos alcohólicos, sexuales, sociales e, incluso, verbales. Incapaz de retener sus recuerdos recientes, que apunta en una libreta para poder retenerlos, se sumerge en una lejana geografía memorística en busca del error trágico que le ha llevado a su situación actual. Así, aunque personaje grotesco y desmesurado, Leo Carver sabe transmitirnos esa grandeza de los héroes trágicos, Edipo, Antígona, Medea? grandeza que se revela sobre todo en su caída y en la dignidad con la que hacen frente a su destino adverso.

¿Y cuál es el ananké, el destino adverso de Carver? En principio, al lector le resulta un enigma. Es un escritor de éxito, que disfruta de la compañía de una amante bastante menor que él, con una hija que lo quiere y con un indiscutible éxito entre las mujeres. ¿Cuál es la razón de su malestar vital, de su hastío? Ni él mismo lo sabe seguro, aunque tiene ciertos pálpitos de que hubo un momento en su pasado, un acontecimiento trágico, que cambió totalmente su destino. Para descubrirlo, el lector deberá dejarse llevar por la corriente de memoria de Leo Carver e ir reconstruyendo su pasado, remoto e inmediato, para rasgar los últimos velos del secreto. Y ello significa dejarse arrastrar a un mundo de excesos, del que es difícil salir indemne, a través de una visión del mundo absolutamente deformada por la personalidad del personaje, que es quien nos guía a través de su punto de vista transtornado por el alcohol, la desmemoria y la culpa. El lector se deja seducir por la personalidad del Carvery se enrola con él en su singladura vital, pero siempre manteniendo una sombra de duda, de sospecha de que es la voluntad de Carver la que le impone los hechos, por encima incluso de éstos.

Absurdo, memoria y culpa, decíamos que son los ejes de la novela. La rebelión titánica de un hombre lúcido que lucha contra la ausencia de sentido de la vida, contra el absurdo vital (que nos enseñaron Sartre y Camús) aún a sabiendas de que está condenado al fracaso, de que de esa lucha sólo extraerá dolor y desesperación. Sin embargo, aunque rebelde, Leo Carver es muy consciente de la inexorabilidad de su destino y, pese a enfrentarlo, bucea el cenagal de su memoria en busca del momento en el que ese destino se truncó. Y es por ahí por donde entra la culpa. Una culpa objetiva y reciente (en el tiempo de la novela) que Leo Carver se empeña en buscar en un pasado remoto, en una relación de su juventud que intuimos que tuvo un lúgubre final.

Incapaz de asumir la responsabilidad por la enormidad de su delito, Leo busca en una culpa lejana los motivos de su malestar vital y de su cósmica rebelión contra el orden del universo. Lo magnífico de la novela de Fernando Clemot es su cuidad estructura, ya que, viendo el mundo a través de la mirada de Leo Carver, quijote trágico que alterna momentos de demencia con momentos de lucidez, sus deformaciones subjetivas de la realidad son perfectamente naturales, y solo más adelante, cuando algún testigo desmiente alguna, nos damos cuenta de que tan sólo eran fruto de su imaginación. Y la figura del Quijote me viene al pelo para hacer una analogía: el caballero manchego siempre se mueve en dos planos: el cómico y el épico, porque si bien en el plano de la realidad (de la novela) el personaje resulta grotesco y sus acciones cómicas, en el plano subjetivo de su imaginación resulta objetivamente épico, pues con épico arrojo se lanza a sus imaginarias aventuras, que pese a todo son acciones que requieren de valor y un esfuerzo indiscutibles. De la misma forma, aunque ni la realidad objetiva y la subjetiva de su memoria le obedezcan siempre, Leo Carver siempre mantiene su grandeza, porque su talla moral no está en sus obras (que acaban resultando casi siempre amorales) sino en su capacidad de rebelión estéril, imposible, ante un destino que cree tan absurdo como inexorable; aunque sepa que esa rebeldía solo conduce al desastre y, en definitiva, a la muerte.

Para terminar, no me gustaría acabar sin hacer referencia a uno de los mayores valores literarios del libro: el estilo; un estilo personal, elegante, de una coherencia impecable, con hallazgos tan fascinantes como los ?conceptos-bisagra? (conceptos que abren puertas a otros), y con un fino manejo de la ironía que alcanza todo su esplendor en la parte final de la novela.

El lenguaje ?poético en muchas ocasiones? empleado por Fernando Clemot se aparta deliberadamente del uso cotidiano y vulgar. No es el suyo un lenguaje trillado y manido, de estructuras rígidas y predefinidas, de tópicos estilísticos y sintácticos, lugar común por influencia de los medios de comunicación: lo que Clarín llamaba ?la obra muerta del lenguaje?. La voluntad de estilo de Clemot crea una lengua literaria al servicio de la novela (?L’Idée n’existe qu’en vertu de sa forme?, dice Flaubert), en la que la palabra es capaz de desplegar sugerencias y significados, implicando al lector en la recreación de la memoria de Leo Carver y convirtiéndole en partícipe de su aventura vital.

Artículo publicado en

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»EL GOLFO DE LOS POETAS (Fernando Clemot)»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «EL GOLFO DE LOS POETAS (Fernando Clemot)»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS (Nancy H. Kleinbaum)

Un colegio que representa la más estricta esencia de la sociedad victoriana se ve revolucionado con la llegada de un nuevo profesor de literatura, el señor Keating. Sin apenas darse cuenta se convierte en el ídolo de los chicos, ya que a través de la literatura intenta enseñarles una filosofñia de vida, basada en las máxima del Carpe Diem, y en los principios de buscar la felicidad dentro de uno mismo. El Señor Keating es un personaje inolvidable, extraordinariamente sensible y capaz de hacer que los chicos empiecen a tratar de llevar acabo sus sueños pese a todos los obstaculos con los que se chocan. El colegio es una muestra de la organización social y de la jerarquia reinante en el país, y cuando un miembro se revela es duramente reprimido.
Evidentemente no cuento el desenlace para los que no la hayais leido. También podéis ver la pelicula que está bastante bien, con un fantastico Robin Williams en el papel de Keating y un jovencisimo Ethan Hawke que esta para comerselo.

"Me fui a los bosques

porque quería vivir sin prisas.

Quería vivir intensamente

y sorberle todo el jugo a la vida.

Para no descubrir,

a la hora de mi muerte,

que no había vivido."

E.E. Cummings

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS (Nancy H. Kleinbaum)»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS (Nancy H. Kleinbaum)»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI