No es costumbre por aquí reseñar libros de arte, pero haremos una excepción con esta auténtica maravilla.
El recorrido por la época romántica y los autores que influenciaron al genio alemán o fueron influenciados por él es una delicia para los sentidos y para el conocimiento, sin sesudas disquisiciones ni lamentable jerga técnica. El libro, compuesto sobre todo de imágenes de distintos cuadros, se divide en varias partes que se van entrelazando entre sí: la época, la vida de Caspar David Friedrich, el análisis pormenorizado de algunas de sus obras, la explicación de su pensamiento y simbolismo, y los pintores de su tiempo, que lo encardinan en una época y en una corriente artística.
Desde sus primeras obras de juventud a sus cuadros casi terminales, cuando su salud física y mental se había resentido, podemos atravesar toda una era en la historia europea, con el culto a lo irracional y las fuerzas más profundas de la mente y los sentidos como intención y motivo último.
Caspar David Friedrich no es sólo un paisajista sombrío, sino también un hombre profundamente espiritual que busca la trascendencia y la plasma a través de símbolos que hoy son casi universales.
Quien quiera acercarse al romanticismo alemán, con sus cuadros llenos de niebla, ruinas góticas y nevados cementerios no va a encontrar ni mejor ocasión ni mejor ejemplo.