Pequeño, grande, de JOHN CROWLEY

pequenogrande_previewEste título puede ser interpretado de muchos modos: lo «pe­queño» y lo «grande» son el campo y la ciudad, lo interno y lo externo, lo privado y lo público, lo mágico y lo humano. Y mu­cho más. El subtítulo fue puesto por el editor en la página del índice: allí nos enteramos de que la obra realmente se llama Pequeño, grande o El parlamento de las hadas (Little, Big; or, The Fairies’ Parliament). En verdad, trata de las hadas y del país de las hadas, la saga de una familia y una historia de amor múlti­ple. Quizás es también «la mejor novela fantástica de todos los tiempos» (en palabras de Thomas M. Disch) y «un libro que requiere por sí solo una redefinición de lo fantástico» (según Ursula Le Guin). Novela de arquitectónica sublimidad, Peque­ño, grande supera las palabras de la crítica.

El personaje principal es un joven de ciudad llamado Fumo Barnable, que se enamora de una chica de campo llamada Lla­na Alice Bebeagua. Abandonando su insípido trabajo en la ciu­dad, Fumo hace una excursión a bosquedelinde, el hogar de Bebeagua en Nueva Inglaterra. Y allí encuentra la magia, lite­ralmente. bosquedelinde es una confortable locura; el bisabue­lo de Llana Alice –autor de un texto del siglo xIx sobre casas quintas– «proyectó, a modo de ilustración conglomerada de las láminas de su ya famoso libro, el edificio de bosquedelinde, combinando en él varias casas de estilos diversos y dimensiones diferentes que chocaban entre sí …» Cerca de esta notable vi­vienda hay bosques que parecen habitados por gente diminuta que sólo es visible por el rabillo del ojo. Después de una boda al aire libre, Fumo y Llana Alice van a pasar su luna de miel en los bosques: «Fumo pensó que nunca se había asomado a nada que fuese tan secreta, tan recónditamente El bosque como ese lu­gar. Por alguna razón, el suelo estaba cubierto de un tapiz de musgo, y no de esa vegetación tupida e irregular –matorrales y brezos y chopos– que suele crecer en los confines de los bos­ques. Descendía hacia el interior de la gruta, los atraía hacia ella, hacia la susurrante penumbra».

Crowley evoca este país de las hadas con una consumada de­licadeza: nada es afirmado rotundamente, poco es lo que se expone a la plena luz del día. El lector se estremece ante las su­cesivas revelaciones, cuando el autor juega con magistral habi­lidad con las tensiones emocionales del temor reverente, el arrobamiento, el misterio y el encanto. En una de las retrospec­tivas históricas de la novela, conocemos al doctor Zarzales, uno de los antepasados de Llana Alice, y escuchamos su conferencia cómicamente pedante (pero docta) sobre la gente del país de las hadas:

 

–Nereidas, dríades, silfos y salamandras, así es como los divide Paracelso –dice el doctor Zarzales–. O sea (como diríamos nosotros) sirenas, elfos, hadas y diablillos o trasgos. Una es­pecie para cada uno de los cuatro elementos: sirenas para el agua, elfos para la tierra, hadas para el aire, diablillos para el fuego …

»En algunos casos se trata de hombres y mujeres pequeños, de entre treinta y noventa centímetros de estatura, perfecta­mente conformados, sin alas, y de hábitos más humanos … Y hay hadas–guerreras que montan corceles, y pookahs y ogros enormes, mucho más grandes que los hombres …

»El mundo habitado por estos seres … es un mundo total­mente distinto, y está contenido dentro de éste; … con una geografía peculiar que sólo puedo describir como infundibular. –Hizo una pausa, como para reforzar el efecto de sus pala­bras.– Con ello quiero decir que el otro mundo está com­puesto por una serie de anillos concéntricos, anillos que, a medida que se penetra más profundamente en ese otro mun­do, se van ensanchando. Cuanto más nos internamos, más grande es.

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»Pequeño, grande, de JOHN CROWLEY»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «Pequeño, grande, de JOHN CROWLEY»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI