Drama en 15 escenas
Galileo, profesor de matemáticas en Padua, busca cómo probar el nuevo sistema cósmico de Copérnico: sirviéndose de su telescopio, descubre fenómenos celestiales que lo confirman. Pero los doctores de la corte de los Médicis, por la que Galileo dejó la República de Venecia, acogen con incredulidad sus descubrimientos.
El Colegio Romano, esto es, el Instituto Pontificio de Investigaciones Científicas, confirma, por el contrario, sus descubrimientos con el telescopio. He aquí que entonces interviene la Inquisición, que incluye en el índice la teoría de Copérnico. Tras ocho años de silencio, y dado que ha llegado al solio pontificio un hombre de ciencia (Urbano VIII), Galileo se siente animado a reanudar sus investigaciones. La Inquisición lo convoca a Roma y, el 22 de junio de 1633, Galileo se retracta de sus ideas sobre el sistema solar.
Acto seguido es confinado en una villa próxima a Florencia, donde permanecerá, casi ciego y hasta su muerte, prisionero de la Inquisición. Las tres sucesivas versiones que Brecht realizó del drama subrayan bien sea al luchador por la libertad intelectual, bien al defensor de sus propios placeres o bien fundador de la estirpe de linaje de los científicos atómicos vendidos al poder.