[Voyage en Amérique]. Obra de François-René de Chateaubriand (1768-1848), publicada en 1827. Después de los años de melancolía pasados en el castillo paterno de Combourg y un período de vida militar, el joven segundón, que había sido presentado en la corte y la sociedad literaria de París, partió para América en 1791, con el fin aparente de buscar el famoso paso del NO. y en realidad por amor a lo desconocido y la aventura.
Desciende hasta los Grandes Lagos, pero más que ver el resto de aquellas comarcas fabulosas fue cautivado por las narraciones que de ellas habían hecho los viajeros y los misioneros. Su cálida imaginación creó sobre tal tema páginas bastante puras, en cuanto a sensibilidad y fantasía descriptiva; se puede decir que después de Rousseau y Bernardin de Saint-Pierre, ha sido el iniciador de una literatura exótica en el mundo francés. La travesía, que duró tres meses; la visita al general Washington, liberador de las colonias inglesas y fundador de los Estados Unidos de América; la soledad de los desiertos, la majestad del Mississipí y lasinmensas selvas: todo contribuye a dar a la obra una intensidad de vida que absorbe al lector en la misma visión del artista.
Pero así como Chateaubriand tenía que aprovechar incluso la tempestad que le sorprendió al regresar del Nuevo Continente, para crear algunas páginas descriptivas de sus Mártires (v.) y de las Memorias de ultratumba (v.), también expresó lo mejor de su experiencia de viajero en los poderosos paisajes de sus dos relatos Atala (v.) y René (v.) y en la epopeya conjunta de Los Natchez (v.). Desde este primer trabajo mostró el artista su exuberante capacidad de imaginación y descripción, así como su habilidad para manejar delicadamente los documentos y testimonios, poniendo de relieve los elementos fundamentales de su naturaleza que, ante todo, era la de un «dilettante» muy bien dotado.
C. Cordié