[Valses nobles et sentimentales]. Composiciones para piano, de Maurice Ravel (1875-1937), ejecutadas en público por primera vez en 1911. El título subraya, tal como declaró el mismo músico, su intención de escribir una serie de valses según el ejemplo de Franz Schubert.
En lugar del virtuosismo que caracterizó los precedentes fragmentos de Gaspar de la noche (v.), encontramos en estos valses una muy sensible simplificación de la escritura pianística y, por consiguiente, mayor evidencia de relieves y contornos, una mayor riqueza de la armonía, que, gracias a su variedad, alcanza en algunos momentos un nuevo aspecto del lenguaje raveliano y, finalmente, el abandono total de cualquier detalle «decorativo» y no esencialmente musical. Estos valses suscitaron, desde el momento de su aparición, controversias y discusiones. No se había comunicado el nombre del autor, y el público, compuesto en gran parte por músicos y críticos, había sido invitado a señalar el compositor mediante una votación, que dio lugar a tan notables atribuciones como la de Zoltan Kodàly y Erik Satie; la paternidad de Ravel fue reconocida por escasa mayoría.
En 1912 Ravel transcribió para orquesta los Valses nobles y sentimentales, habiéndosele propuesto una ejecución danzada. La acción coreográfica, ideada por el mismo compositor, tiene por marco un salón de 1820. El asunto, bastante sencillo, asigna a cada vals una acción, en la que los personajes expresan sus sentimientos por medio de flores simbólicas. La primera ejecución tuvo lugar en París, en el teatro Chátelet, el 22 de abril de 1912, bajo el título Adélaïde ou Le langage des fleurs; fue intérprete principal la danzarina Truhanova.
L. Córtese