[Una serva]. Poema en octavas de Niccoló Tommaseo (1802-1874); compuesto en 1837 e incluido en la edición de las Poesías (v.) de 1872. El suceso ocurre en los tiempos de Berengario I y del papa Sergio III. Durante una fiesta religiosa en el campo de Fiesole, el obispo Zanobi observa a una de sus campesinas, la huérfana Inés, e interesándose por su suerte, sin darse cuenta, se enamora de ella. También ella, sin ninguna intención, le busca, se confía a él, le turba, hasta que Zanobi, después de tratar en vano de persuadirla para que se case con León, se ve obligado a revelar sus sentimientos y a alejarla de sí, dándole la libertad.
Dolorosa es la despedida, con recíprocas promesas de recuerdo y plegaria, que concluyen la narración. La última octava nos entera de la prematura muerte de Inés, aliviada por la bendición del buen obispo. La lucha entre el amor y la religión es un tema preferido de Tommaseo, y tiene aquí un desarrollo delicado y emocionante. Se puede llamar éste el mejor de sus cuentos románticos en verso por la sencillez, la frescura de los tonos del paisaje y la aguda penetración de los estados de ánimo de los personajes.
P. Onnis
De la misma manera que los antiguos cristianos, en el primer ardor de la fe, mortificaban su cuerpo con el cilicio y, para llegar a ser santos, se convertían en cadáveres vivientes, asimismo Tommaseo mortifica su forma con el cilicio — permitidme la comparación algo barroca — de tal modo que sus imágenes resultan descarnadas, sin cuerpo, sin luz, y llegan a parecerse a sus santos, cadáveres vivientes del tiempo pasado. (De Sanctis)