[En Vandrer spiller med sordin]. Novela del escritor noruego Knut Hamsun (1860-1951), publicada en 1909. Esta novela es una continuación de Bajo la estrella de otoño (v.), pero el interés principal se traslada aquí del narrador, Knut Perdersen, a la familia Falkenberg.
Los años que han transcurrido desde la primera parte de la novela no han hecho sino separar cada vez más a los dos esposos. Este alejamiento es causa de tristeza para los dos, y cada uno intenta reavivar la pasión del otro, provocando sus celos. El capitán Falkenberg se divierte a lo sumo fingiendo alguna aventura; pero su esposa, frágil de nervios, de temperamento más violento, no sabe resistir tan bien los juegos del «marivaudage» y se abandona a un joven cínico en quien, al principio, no había visto otra cosa que una ocasión para irritar a su marido. Falkenberg sospecha pronto la verdad, y el matrimonio llega fácilmente a concluir que no existe otra solución que la ruptura definitiva. La mujer se decide entonces a vivir con su joven seductor: pero éste, cansado ya de la aventura, no tarda en demostrar que no piensa ni mucho menos en el matrimonio. Falkenberg, por su parte, deseando reemprender la vida en común, logra hacer volver a su esposa a casa y ambos pueden apreciar que verdaderamente nunca han sido indiferentes uno al otro.
Con la ayuda del tiempo, el capitán podrá, sin duda, olvidar la conducta de su esposa; pero Mme. Falkenberg ha perdido para siempre el equilibrio mental; durante una larga ausencia de su marido, no puede resistir la tentación de ir al encuentro de su antiguo amante. Rechazada ásperamente, se suicida. El- narrador, que en la novela anterior había estado apasionadamente enamorado de Mme. Falkenberg, guarda ahora por ella una tierna simpatía. Pero parece que él ha llegado a alcanzar esta resignación ante las grandes leyes del mundo, que ha buscado en la soledad y en comunión con la naturaleza: está como confundido con la tierra, sin grandes pasiones, sin grandes deseos, feliz, consolado en los profundos bosques. Esta aceptación de los hechos, agradables o desgraciados, esta anulación de la voluntad individual, es la lección moral que el autor extrae en el epílogo de su libro, obra vibrante de odio contra la vida democrática, urbana y proletaria. El narrador ha encontrado la felicidad entre los campesinos ; pero no trata de idealizarlos. Es Premio Nobel 1920.