[Espejo histórico para la administración del gobierno]. Tratado de historia general de la China, escrito por Ssû-ma Kuang (1019-1086), alto funcionario y después ministro de Estado bajo los emperadores Yên Tsung (1022-1063) y Shên Tsung (1067-1085) de la dinastía Sung (960-1269).
La obra, hecha por orden del emperador Yin Tsung (1063-1066), comenzó a escribirla el autor en 1068, con la colaboración de Liu Pin, de Liu Shu y de Fan Tzû-yü, y, terminada en 1084, se distribuyó a todos los funcionarios en 1092. El título se lo dio en 1084 el emperador, el cual aseguraba que «el ver la antigüedad como en un espejo es una ayuda para la administración del gobierno». El Tzû Chih T’ung Chien representaba algo nuevo en la historia indígena. En efecto, mientras que en las obras históricas anteriores, que trataban determinados períodos de la historia de China, se había seguido el criterio de agrupar las materias por temas, según la sucesión de los emperadores o de las dinastías, Ssû -ma Kuang fue el primero que tuvo la idea de narrar los acontecimientos por orden cronológico, dándoles así una disposición analítica.
Pero, aparte de esto, la riqueza del material (se dice que el autor consultó una cantidad prodigiosa de obras y de documentos), la belleza del estilo, la claridad de la exposición y sobre todo la equilibradísima actitud crítica, hacen de este tratado una verdadera obra maestra en su género. Este inmenso repertorio comprende 294 libros, que tratan de la historia de China desde el año 403 a. de C., esto es, desde el comienzo de la llamada «época de los estados en guerra» [«Chan Kuo»], al 995 d. de C., esto es, hasta el fin del período de las «Cinco dinastías» (907-960). Liu Shu, uno de los colaboradores de Ssû-ma Kuang, añadió luego, al principio, los diez libros llamados T’ung Chien Wai Chi [Historia externa del T’ung Chien], que abarcan los tiempos más antiguos, desde el mítico Fu Hsi hasta el punto en que el Tzû Chih T’ung Chien comienza, es decir hasta el 403 a. de C. Ssû-ma Kuang escribió después otros trabajos como complemento y comentario a su obra principal.
Entre éstos recordamos el Tzû Chih T’ung Chien K’ao L [Estudio crítico de las obras consultadas para el Tzû Chih T’ung Chien], en 30 volúmenes, en los que demuestra qué obras son genuinas y cuáles, por el contrario, han de considerarse espúreas o arregladas; el Tzû Chih T’ung Chien Mu Lu [índices del Tzû Chih T’ung Chien], en treinta volúmenes, conteniendo esquemas y láminas de la obra. Un índice del aprecio y admiración que esta obra gozó en todos los tiempos lo da el número de comentarios a la misma y de obras hechas a imitación suya. En el siglo XII, el famoso filósofo Chu Hsi (1129- 1200) refundió todo el trabajo de Ssû-ma Kuang haciendo un sumario con el título T’ung Chien Kang Mu (v.) en 59 volúmenes, divididos en apartados («mu»), cada uno de los cuales va con una inscripción («kang») original. Muchos eruditos consideran este trabajo de Chu Hsi como una de las mejores producciones de la literatura china antigua.
Un comentario notable fue escrito por Hu San-Shêng durante la dinastía Yüan (1280-1367), que lleva el título Tzû Chih T’ung Chien Shih Wên Pien Wu [Comentario y rectificación al Tzû Chih T’ung Chien]. Durante la dinastía Ch’ing (1644-1912), el literato Pai Yüan trató de continuar con el mismo criterio la obra de Ssû-ma Kuang, escribiendo el Hsü Tzû Chih T’ung Chien [Continuación al Tzû Chih T’ung Chien], en 350 volúmenes, bastante inferiores al modelo, tanto desde el punto de vista crítico como estilístico.
M. Muccioli