Novela del escritor croata Vjenceslav Novak (1859-1905) publicada póstuma en Zagreb en 1906. Típico representante del realismo, narrador claro, cuentista sobrio y eficaz, Novak se siente atraído por los problemas sociales de las clases populares; su conclusión es siempre que la miseria es la causa primera de los vicios, del embrutecimiento y de las desgracias de la pobre gente, tanto si es un carabinero del Podgorje dálmata [Podgorka, 1894] como un protagonista de la vida subterránea de las grandes ciudades [Iz velegradskog podzemIja, 1905].
En sus novelas, Novak (como en Pavao segota, 1888) plantea también otro problema, más común en la literatura croata del tiempo (v. El archivero de A. Kovačic): el de la debilidad espiritual y moral de la burguesía que se formó de la primera generación de hombres del pueblo o de campesinos trasplantados a las ciudades. También Tito Dorčič es un típico representante de esta clase. Segota, después de la imprevista herencia que le dejó su madre, acaba por caer en una sociedad corrompida que ocasiona su ruina más completa y lo lleva al suicidio; Dorčič, hijo de pescadores, estudia contra su voluntad para llegar a ser un «señor»; se doctora, se casa con una mujer inteligente, de excelente familia, con una posición social elevada, llega a juez y parece haber realizado las orgullosas esperanzas de sus padres. Pero la vida íntima conyugal de Dorčič es su primer fracaso, y la condena de un inocente, que él provocó con encarnizamiento, da comienzo a un derrumbamiento moral que el remordimiento agranda hasta convertirlo en locura.
Novak ha alcanzado en Dorčič una finura de detalle psicológico, una penetración tan aguda, incluso en la descripción del progresivo oscurecimiento de la conciencia humana, que, añadida a las naturales características de su arte, hacen de esta novela una obra de primer plano en la literatura de los eslavos meridionales.
L. Salvini