Tiorba de Púa, Filippo Sgruttendio

[Tiorba a taccone]. Re­copilación de poesías, en su mayoría sone­tos, en dialecto napolitano, de un tal Filippo Sgruttendio, seguramente un pseudónimo de un desconocido poeta del siglo XVII, con­temporáneo de Córtese y de Basile.

El título deriva del nombre de un instrumento de cuerda, la tiorba, algo mayor que el laúd, que se tocaba haciendo vibrar las cuerdas con una púa de cuero (taccone). Publi­cada en 1646, la obra está dividida en diez «cuerdas» o libros. Contiene cantos de amor para Cecca (cuerda prima), en torno a los diversos estados de ánimo y las variadas condiciones de un enamorado (cuerda se­gunda), sonetos de amor dirigidos a varias mujeres (la triquitraquera, es decir, vende­dora de fuegos artificiales, la tabernera, la fregona, la tripera, la piojosa, la coja, la jorobada, la bizca, la acuchillada, etc.: cuer­da cuarta), cantos de dolor por la muerte de Cecca (cuerda quinta), propuestas y res­puestas de varios académicos (Smenchia, académico Serón, Spechieca, académico Sciaurato, Caterchio, académico Sparnocchia, Sbozza, académico Marfuso, etc.: cuer­da sexta), cantos de tema moral (cuerda séptima), otra vez Cecca (cuerda octava), temas diversos (cuerda nona) entre los cua­les las «Loas de los macarrones» y por fin -nuevos lamentos por la muerte de Cecca. Así como la Vajasseide y el Micco Passaro (v.) de G. C. Córtese son parodias de graves poemas épicos del siglo XVII, la Tiorba es la ingeniosa imitación burlesca de los innu­merables cancioneros líricos de la época y continúa la dirección señalada por Berni y sus seguidores.

Sustituye a la amante ador­nada de todas las virtudes por la Cecca, gorda y ruda, y el elogio de las bellezas y perfecciones femeninas por la exaltación de la piojosa, la coja, la gibosa, y las graves discusiones académicas por los sonetos que se intercambian entre sí académicos de nom­bres burlescos y pertenecientes a academias inexistentes. Sgruttendio tiene la risa sana y abundante y segura experiencia literaria. Su soneto está bien construido y nunca es flojo; más que un guiño socarrón, tiene una vena abundante de burla sana y napolitanamente benigna. La Tiorba es un docu­mento notabilísimo de la literatura regional napolitana del siglo XVII y de su función de disolución juguetona del barroquismo literario.

M. Sansone