Composiciones paródicas griegas en boga durante la época alejandrina. Su más célebre cultivador fue Timón, filósofo escéptico y poeta natural de Fliunte, que vivió aproximadamente entre 320 y 230 a. de C. Sus Silios, en hexámetros, estaban divididos en tres libros, de los cuales han llegado hasta nosotros unos fragmentos bastante reducidos. El primer libro contenía una disputa entre filósofos, suscitada por Eris, a imitación de aquella con que se inicia la Ilíada (v.); el cínico personaje superior a las pasiones y no afectado por los vicios de los demás es Pirrón, veneradísimo maestro del autor.
Otro motivo del primer libro era una «pesca» de filósofos, imitada de Luciano en su Pescador (v.). El segundo y el tercer libros narraban una bajada al infierno a imitación de la homérica del libro XI de la Odisea (v.); Jenófanes hace las veces de Tiresias: se aparecen a Timón los diversos filósofos; en el segundo libro los más antiguos, en el tercero los modernos. Entre éstos el autor toma por blanco, sobre todo, a Zenón y a Epicuro; quedan exentos de la sátira Pirrón y Jenófanes, considerados como tendencial- mente escépticos. Los escasos fragmentos que han llegado hasta nosotros no nos permiten formarnos idea precisa de los Silios; la sátira debía de ser en ellos aguda y llena de ingenio, vivo y original su lenguaje, y ejercieron cierto influjo en la poesía humorística cínica, especialmente en la de Menipo. En la Antigüedad tuvieron notable fama.
C. Schick