Obra del descubridor español Álvar Núñez Cabeza de Vaca (m. después de 1555), varias veces publicada. La edición de Manuel Serrano Sanz (Madrid, 1906) forma los volúmenes V y VI de la «Colección de libros y documentos referentes a la Historia de América».
Se trata, en realidad, de dos obras distintas. Los Naufragios constituyen una relación autobiográfica, que ocupa un lugar muy destacado dentro del género, por referir, en gran parte, aventuras casi unipersonales. Los Comentarios, escritos por el escribano Pero Hernández, por mandato de Cabeza de Vaca, refieren sus andanzas por la región del Plata, cuando acudió a socorrer a los supervivientes de la empresa de Mendoza en Buenos Aires con el cargo de adelantado y gobernador del Río de la Plata. Describe minuciosamente la tierra y los ríos, las costumbres de los indios, el miedo que éstos sentían por los caballos, su antropofagia, la ciudad de Asunción, los abusos de los oficiales, las balsas y bergantines utilizados, etc.
Los Naufragios relatan la expedición en que se alistó Cabeza de Vaca, que, al mando de Pánfilo de Narváez, salió de Sanlúcar en junio de 1527, rumbo a La Florida. Álvar llega a quedarse con sólo tres compañeros, y el pequeño grupo penetra en lugares jamás pisados por los blancos. Las aventuras y penalidades sin cuento se van sucediendo hasta que consiguen llegar a la ciudad de México El relato de los variados sucesos que les acaecen — naufragios, varias veces prisioneros y esclavos de los indios, situación de la que siempre consiguen librarse — no impide a Álvar Núñez dar noticia de los países que recorre y formular agudas observaciones. Ambas obras, editadas conjuntamente, constituyen una aportación valiosa a la historiografía americana.
En el volumen II de la edición de Serrano Sanz figuran varios documentos de interés: la relación de Cabeza de Vaca al rey y al Consejo de Indias sobre las cosas sucedidas en el Río de la Plata, las alegaciones del mismo sobre el pleito incoado por los cargos y acusaciones que se le hicieron, la relación de Martínez de Irala cuando despobló el puerto de Buenos Aires a instancia de Alonso de Cabrera (1541) y la carta de Domingo de Irala al rey dando cuenta del estado de las provincias del Río de la Plata y de la prisión de Cabeza de Vaca (1545).
J. Regla