[Tottel’s Miscellany]. Es el nombre con que habitualmente se designa una selección de poesías inglesas que el editor Richard Tottel publicó en 1557 bajo el largo título de Songs and Sonettes, written by the right honorable Lord Henry Haward late Earle of Surrey and others. Pero, a pesar de que la colección lleve el nombre de Surrey, quizá en homenaje al título nobiliario de este poeta, está compuesta, sin embargo, en gran parte, noventa y seis de los trescientos poemas, por obras de sir Thomas Wiatt (1503-1542), que familiariza a los lectores ingleses con los sonetos al modo de Petrarca.
De treinta sonetos que aparecieron en la Miscelánea, diez son versiones adaptadas de Petrarca, y los restantes inspirados directamente por el poeta italiano; tienen por tema común la indulgencia o crueldad de las «bellas». Más personales acentos se encuentran en los epigramas, compuestos sobre cualquier paradoja, con una gran vivacidad. En cuanto a las tres sátiras, reemprenden, a imitación de Horacio, la fábula debida a Esopo del ratón de aldea y el ratón de ciudad. El autor se esfuerza en señalar el mayor desprecio posible por la vida de la Corte. Los sonetos de Surrey (aproximadamente entre 1518 y 1547) están igualmente compuestos siguiendo el modelo de Petrarca. Algunos otros poemas se someten a las reglas de «poulter’s measure» (establecida de modo bastante curioso sobre el hecho de que la docena de huevos varía entre los doce y los catorce). Citemos particularmente entre estos últimos el célebre «Queja por la ausencia de su bienamado que marchó a la mar» [«Complaint of the Absence of her Lover being upon the Sea»]. De los demás colaboradores de la Miscelánea, sólo cuatro han sido identificados: Nicholas Grimald, lord Thomas Vaux, el dramaturgo John Heywood y Edward Somerset. En cuanto a los restantes autores que no han podido ser identificados, su aportación no constituye ningún éxito para el conjunto de la obra.
Importa ver sobre todo en la Miscelánea de Tottel un esfuerzo para responder a las exigencias de la época, al deseo que existía entre el público de ver a la poesía traspasar las fronteras de un estrecho círculo, verla evadirse de la atmósfera de la Corte. Además, es muy interesante seguir los esfuerzos de Wyatt y Surrey, cuya grande y única ambición era la de sustituir la confusión de formas y ritmos que reinaba en la época de Chaucer por un orden y una armonía inspirados en los modelos italianos, resultado de la disciplina impuesta por el soneto.