[Mémoires historiques sur Napoléon, la Révolution, le Directoire, le Consulat, l’Empire et la Restauration]. Memorias de Laure St.-Martin Permont Junot, duquesa de Abrantes (1784-1838), publicadas en 1831-1834. Escritas por una de las mujeres más brillantes de la Corte napoleónica, esposa de uno de los mejores amigos de Napoleón, el ayudante de campo Junot, constituyen una documentación acerca de la vida del Emperador que hacen viva y singular numerosas anécdotas de su vida íntima. La escritora, descendiente por parte de madre de la antigua familia imperial griega de los Comnenos, que se refugiaron en Córcega después de la invasión de los turcos, dedica todo un capítulo a la genealogía de esta familia, con la que enlaza también la descendencia de los Bonaparte. En efecto, uno de los Comnenos, Kalómeros, que fue a servir junto a los grandes duques de Florencia, cambió después su nombre en Bonaparte, traducción directa de Kalómeros («Kalosméros»).
Afloran después en el libro todos los recuerdos de la madre de la señora Junot, su vida en Córcega, con su amistad con la familia Bonaparte, con Leticia, con el pequeño Napoleón, y por entre todos estos recuerdos, aparece clara la situación de la Córcega de entonces y los hechos que la condujeron a la sumisión a Francia. Nacida en Montpellier en momentos de enormes trastornos políticos, la escritora asistió, siendo niña todavía, pero con ojos atentos, a la gran revolución, y de su memoria brotan vivos y verdaderos los aspectos de Napoleón, primero pobre cadete revolucionario, después general, cónsul y emperador, y finalmente vencido. Amargada por la desgracia en que había caído Junot, y por el desapego que le había demostrado Napoleón después de la muerte de su marido, a pesar de haber sido francesa de corazón y por convicción, admiradora de Napoleón y de su obra de reconstrucción política e industrial a la cual dedica capítulos enteros, no puede consolarse, a la caída del Imperio, de la desventura de su héroe y de la traición que le hicieron los que le habían sido más fieles. Por ello se retira a la vida privada, prestando a los acontecimientos que vinieron después, sólo un interés superficial.
Reducida casi a la miseria escribió novelas pronto olvidadas y estas Memorias, que continuó, en 1836, con las Memorias sobre la Restauración, la Revolución y los primeros años del reinado de Luis Felipe [Mémoires sur la Restauration, la Révolution et les premières années du règne de Louis Philippe], de no menor valor documental.
C. Schimansky