Eteocles, hijo de Edipo, reina en Tebas, la de las siete puertas. Anuncia a su pueblo que, de acuerdo con una profecía del adivino Tiresias, Tebas será asaltada esa misma noche. Entre tanto, un emisario que ha asistido en el campamento enemigo al juramento de los siete guerreros que encabezarán el asalto a las puertas de la ciudad, ha reconocido entre ellos a Polinices, el hermano del rey.
Será el propio Eteocles quien defienda, durante la batalla, la séptima puerta contra Polinices: Tebas es salvada, pero los hermanos se han dado muerte recíprocamente. Los nuevos señores de Tebas prohíben que el traidor Polinices sea sepultado: pero Antígona, hermana de los muertos, convence con apasionadas palabras a su más débil hermana Ismene, y a una parte de los presentes, para que honren con ella el cadáver de Polinices.