[Das Leben Jesu kritisch bearbeitet]. Obra de David Friedrich Strauss (1808-1874), publicada en 1835 y, sucesivamente, en varias ediciones en parte modificadas. Debe su celebridad a la audacia con que el autor introduce el concepto de «mito» en la interpretación del Evangelio.
Situándose en contraste con la exégesis ortodoxa, que admite una intervención sobrenatural en la historia, o con la interpretación racionalista de su tiempo, que negaba lo sobrenatural pero se esforzaba por mantener un núcleo histórico en cada episodio evangélico, Strauss afirma que el problema planteado por los relatos evangélicos no estriba en su valor histórico, sino en la idea que quieren expresar. La tradición evangélica trata manifiestamente de presentar a Jesús como el Mesías anunciado por las profecías. Pero del Mesías se tenía, en los tiempos de Jesús, una idea bastante precisa: se sabía, por ejemplo, que su vida debería desenvolverse de acuerdo con el ejemplo de los grandes personajes del Viejo Testamento, porque éstos, inversamente, eran considerados como su prefiguración. Por consiguiente, cuando los episodios de la vida de Jesús coinciden con los del Viejo Testamento, se debe deducir, según Strauss, que el episodio evangélico ha sido plasmado sobre el modelo antiguo.
El mito judaico del Mesías no sólo se superpone a los recuerdos de la vida de Jesús haciéndolos irreconocibles, sino que en la mayor parte de los episodios debe considerarse como la sustancia misma de la narración. El contenido histórico de la vida de Jesús se desvanece por completo. Strauss pretendía que su crítica dejase intacto el contenido ideal del cristianismo, al que hacía consistir, hegelianamente, en la perenne encarnación de lo divino en la humanidad; pero la fuerza de sus premisas le arrastró, más tarde, a una abierta negación del cristianismo en la obra La antigua y la nueva Fe [Der alte und der neue Glaube] publicada en 1872. [Trad. anónima con el título Nueva vida de Jesús (Valencia, s. a.). Traducción de La antigua y la nueva fe por Augusto Manzano (Madrid, 1893)].
G. Miegge
He aquí una obra que hace pensar y es sustancial. Os aconsejo esta lectura árida pero interesantísima. (Flaubert)