[Epithalamia]. Poesías de Claudio Claudiano (3609- 4109) compuestas en ocasión del matrimonio de Honorio con María, la hija de Estilicón, celebrado en Milán en 398.
Junto a un «Epitalamio» propiamente dicho, escrito según los cánones del género poético nupcial, tradicional entre los griegos, Claudiano compuso algunos «fesceninos» esto es, cantos breves y licenciosos, derivados de la antigua costumbre romana de increpar a los esposos, sin evitar ni mucho menos la obscenidad. El «epitalamio» tiene una trama complicada: tomando como punto de partida las bodas de Peleo y Tetis, de las que nació el héroe Aquiles, el poeta, tras hacer intervenir a todas las divinidades, lleva la escena a Milán donde nos hace asistir a los esponsales, sin olvidarse tampoco de entonar las alabanzas de Estilicón.
Los cuatro fesceninos, están escritos en metros líricos a veces agrupados en estrofas, pero con una solemnidad y compostura que se compaginan mal con este género popular y espontáneo. El conjunto de estos cinco poemas nupciales constituye un típico ejemplo de poesía de ocasión, que Claudiano gustaba de componer, siguiendo en la obra como en la vida, el modelo de Estacio, autor también de epitalamios (v. Selvas). El defecto de Claudiano es el extenderse demasiado en detalles mitológicos anhelando un mundo majestuoso y lejano, en el que mete a la fuerza a sus personajes contemporáneos, creando así una superposición de perspectivas que a veces pueden parecer excesivamente barrocas.
F. Della Corte