[Aenesidemus, oder Ueber die Fondamente der von dem H. Pr. Reinhold in Iiena gelieferten Elementar-Philosophie]. Obra satírica del filósofo alemán más conocido con el nombre de Aenesidemus, que le provino de esta célebre obra cuya entonación escéptica explica su denominación alusiva al famoso escéptico griego. La obra de Schulze, publicada anónimamente en 1792, se presenta bajo forma de cartas cruzadas entre Hermias, que se confiesa convertido al criticismo kantiano por el filósofo Reinhold, y Enesidemo, que demuestra las insuperables razones del escepticismo.
El autor recoge motivos críticos ya avanzados por Maimón contra la filosofía de Kant, y contestados por el conocido kantiano Reinhold, mostrando que la crítica no ha fundado la menor ciencia válida universalmente y, con su tentativa fracasada, ha confirmado una vez más la validez del escepticismo. Al no triunfar en ninguno de sus dos empeños, de determinar la naturaleza del objeto ni del sujeto, la crítica no ha resuelto el problema de la filosofía, no se ha constituido en ciencia. Por ello, contra Kant, reivindica a Hume. En Schulze, es verdad, la crítica de Kant ya no se aprecia en su problema específico y determinado, de posibilidad del conocimiento, es decir, de síntesis a priori, sino como una filosofía que quiere resolver el problema del conocimiento de un ser en sí, fuera del conocimiento mismo; pero (observa Caraballese) esta actitud la acepta Schulze de Reinhold, que había abandonado la verdadera «cosa descubierta en sí por Kant», es decir el «noúmeno», para volver a ver en la crítica una filosofía del ser en sí mismo, fuera del conocer; y en dicho sentido la crítica de Schulze, por minuciosa y prolija, es eficaz.
La crítica de Kant, observa, no ha sabido encontrar los principios de la ciencia, porque ningún principio podrá demostrar la conveniencia del objeto pensado con el objeto real, es decir, «hasta qué punto nuestras representaciones concuerdan con cualquier cosa fuera del sujeto». La crítica no será nunca una ciencia del ser: por ello un principio real no ha sido efectivamente alcanzado por el kantismo. Fue el resumen hecho por Fichte del Aenesidemus, en 1794, lo que preparó la nueva crítica, la fichteana, sobre la Doctrina de la ciencia (v.); así la crítica de Schulze, negativa en sí, resultó fecunda para el desarrollo ulterior del pensamiento postkantiano.
G. Pioli