De la Religión considérée dans sa source, ses formes et ses développements]. Obra de Benjamin-Henri Constant de Rebecque (1767-1830), publicada en cinco tomos en 1824-31.
Sobre la exigencia de un sentimiento religioso que dé al alma humana la riqueza de una vida interior, a menudo negada por la sociedad, y la finalidad de la propia conducta, el autor hace la historia de la idea religiosa desde los tiempos antiguos hasta el suyo. La alianza del sacerdocio y del despotismo se muestra en los pueblos antiguos como una de las formas más despreciables de religión: egipcios, indios, incluso romanos, presentan en la historia un connubio fatal, extraño al espíritu religioso en sí y por sí. Mucho más libres en sus manifestaciones religiosas son los griegos, educados en un sencillo sentido de civilización y una notable libertad espiritual.
El sentimiento religioso es una exigencia insuprimible y no hay que confundirlo con las religiones organizadas — tanto si tienen una culpable unión con el Estado, como si actúan contra él o son independientes —, en cada una de las cuales hay, sin embargo, una parte de verdad. El misterio de la religión, su voz íntima, el mismo testimonio de la muerte, son pruebas ineludibles; cae toda objeción que, combatiendo a las religiones reveladas o castas religiosas, pretenda extinguir el ideal de un Dios justo y ordenador del universo. La religión es por otra parte progresiva, según las mismas conquistas de la civilización: negarla sería negar incluso el espíritu humano ansioso de verdad y de justicia. La obra surge de la segura formación deísta del autor y explica los orígenes de su actitud política; en conjunto puede considerarse como un testimonio de las corrientes socinianas y unitarias.
C. Cordié