[Quaresimali di Firenze]. Colección de sermones en lengua vulgar debidos a San Bernardino de Siena, de la noble familia de los Albizzeschi (1380-1444). Junto a los cursos dados en Siena desde abril a junio de 1425 y de agosto a octubre de 1427 (v. Sermones vulgares), estos dos Cuaresmales representan el núcleo sustancial de la predicación del famoso franciscano: el primero fue predicado en Santa Croce del 8 de marzo al 3 de mayo de 1424, y el segundo, en el mismo lugar, al año siguiente.
Fueron recogidos por un anónimo florentino, seguramente con ayuda de anotadores. Abundan los esbozos agudos, las observaciones graciosas y, sin embargo, llenas de sentido, gracias a la experiencia de la vida que el santo supo recoger en los ambientes humildes de la campiña y entre los oficios ciudadanos. Bellísimas son las consideraciones acerca de los deberes de los hijos para con los padres (con la historieta del filósofo hecho esclavo de un hornero, por el rey, su hijo); sobre la reverencia a las cosas sagradas de la religión (con el ejemplo moral del avaro y del milagro de las abejas); sobre los deberes del matrimonio; sobre el mal de la blasfemia (con la historia del padre y de los tres hijos y una especie de juicio de Salomón); sobre los recónditos juicios de Dios y sobre el servir al Señor con alegría; sobre los beneficios del estudio (contra los «torpes»); sobre las viudas que no siempre se comportan según su deber y caen en el lazo de los falsos atractivos del mundo.
El límpido lenguaje, animado con idiotismos y réplicas realistas y vivaces, nos acerca a la persuasiva obra del santo, a través de la misma movilidad de los pretextos adoptados de predicación en predicación; como en una verdadera conversación, San Bernardino extrae el motivo de las ocasiones que le brinda el auditorio, para continuar, siempre en vivo intercambio con las cosas, y con nuevos juegos y consideraciones, un razonamiento que sirva de base al sermón cuaresmal.
C. Cordié