[Quando l’amor muore]. Drama en un acto incluido en la colección del Teatro de Salvatore Di Giacomo (1860-1934), publicada en 1910. Representa la aventura espiritual de una iluminación interior, de una confesión inesperada.
El viejo copista teatral, Raffaello Trabello, leyendo en voz alta, en una velada familiar, las peripecias de un original dramático que le han confiado, tropieza con una situación análoga a la que está pasando su hija Silvia; en aquel original, debido a la pluma de un comediógrafo social, se ensalza el derecho a la libertad del amor, y una hija se encara con su padre en nombre de esa libertad; la lectura de aquel drama hace estremecer a Silvia que ha cedido a un hombre ingrato. En aquel estremecimiento el padre percibe la dolorosa aventura de Silvia. Pero, hombre inflexible, él no sabe perdonar, y expulsa de su casa sin remisión a la incauta y trastornada criatura. Este drama impresiona, no sólo por su inesperada catástrofe, sino por una superposición de notas apagadas, de angustias y suspiros por entre los cuales se advierte el impulso de una fuerza oscura que estalla en el gesto dramático.
Como las demás obras de Di Giacomo, alcanza una gran efectividad por la sequedad del diálogo, así como por la parsimoniosa evocación del ambiente; drama íntimo, en que los silencios no pesan menos que las palabras, ni sus pausas menos que las descarnadas y angustiadas situaciones.
L. Giusso
La prosa de sus narraciones, de sus dramas, como los coros de sus canciones, son la poesía de Di Giacomo sentida en las armonías de una orquesta, y no sólo la mimética de los instrumentos de Piedigrotta sino toda la modulación vocal de la gente napolitana en el gozo, en la tristeza y en el llanto. Así también sus dramas dialectales, de tanto colorido y fragancia, en el destino de su lirismo tienden a aquel aire musical que es el único propio del espíritu expansivo y el vuelo del arte de este poeta. (F. Flora)