Es una vasta obra que abarca la historia de todo el mundo y termina con la bizantina. Es interesante la introducción, en la que el autor (Juan Scilitse, siglo XI) critica a sus predecesores. Respecto a la Edad Antigua, señala que existen excelentes modelos en las Crónicas de Jorge Sincello y en la Cronografía (v.) de Teófanes; en cambio, para los tiempos más recientes afirma que faltan fuentes seguras. Las existentes son demasiado escuetas o insuficientemente profundizadas, cuando no son simples biografías tendenciosas o partidistas. Por ello, el autor se decide a escribir apoyándose en las historias anteriores y los relatos orales, procurando crear un nuevo manual que evite las contradicciones, los parcialismos y las fábulas. Pero el autor no logra alcanzar el fin que se propuso. Su Crónica, qué comprende la historia hebrea, oriental, romana y bizantina, desde la creación del mundo hasta el 1079 (o el 1081), no supera por su crítica histórica a las que la precedieron, y las noticias que ofrece son con frecuencia fabulosas, partidistas y no siempre dignas de fe. Se publicó íntegramente la traducción latina; del texto griego, en cambio, se publicó solamente la introducción y la crónica de los años 1057-1079, es decir, las partes que fueron modificadas o que no se transcribieron en la Crónica (v.) de Cedreno, quien la copió al pie de la letra.
L. Banti