Es una narración en forma autobiográfica de la vida de este rey (1319-1387), precedida de la de su padre Alfonso el Benigno. Es la más moderna de las cuatro grandes crónicas medievales catalanas y fue escrita, sin duda, a imitación de la más antigua de ellas, la de Jaime el Conquistador. A pesar de que literariamente no tiene la alta calidad de las otras tres grandes crónicas, ni puede merecer al historiador la misma confianza a que éstas son acreedoras por su evidente y calculada tendenciosidad, tiene valor excepcional como fuente del reinado de Pedro el Ceremonioso y del de su padre. Habiendo sido redactada para justificar la política a menudo tortuosa del Ceremonioso, hay que tener muy presente tal finalidad al examinar sus informaciones y juicios, pero por otra parte por la misma razón resulta de insustituible utilidad en el estudio de las ideas políticas del rey, de las motivaciones de su conducta y de los procedimientos que aplicó en cada caso. Se conservan de ella dos redacciones: una completada en el período 1375-1383, y quizá ya iniciada antes de 1349, y otra que amplía y retoca la primera y que habría sido compuesta en 1385, a excepción de un apéndice redactado después de 1384 y antes de 1425.
El estudio de las alteraciones introducidas en la primera redacción para componer la segunda resulta de gran interés para el conocimiento de las intenciones que guiaban al rey cronista. La conservación de muchos documentos relativos a la redacción de la crónica nos permite conocer en forma verdaderamente excepcional en la Edad Media el mecanismo de su composición, y nos instruye también sobre lo que pudo ser la redacción de las otras grandes crónicas y especialmente la del Conquistador. Gracias a los descubrimientos y estudios de varios eruditos, sabemos hoy que, bajo la dirección, instrucciones muy concretas e inspiración a menudo inmediata del rey, trabajaron distintos secretarios de los que conocemos los nombres del lugarteniente de maestro racional Bernat Descoll y del camarero Arnau Torrelles, a los que quizá hay que añadir los del camarlengo Ramón de Vilano va y del escribano Bernat Ramón Descavall. La crónica, en su redacción definitiva, aparece formada por un prólogo, seis grandes capítulos y un apéndice. El primer capítulo es en realidad una crónica del reinado de Alfonso el Benigno, probablemente sacada con pocas alteraciones de un texto preexistente. El capítulo segundo está dedicado a los primeros años del reinado del Ceremonioso (1336-1340). El tercero, el más extenso de todos, trata de la pugna con el rey de Mallorca hasta 1345.
El siguiente narra las luchas contra la Unión formada por la nobleza aragonesa y valenciana y algunos otros acontecimientos que se prolongan hasta 1350. El capítulo quinto se refiere a las guerras contra Génova hasta 1355. El sexto relata principalmente el conflicto con Castilla y alcanza hasta 1366. Por fin, el apéndice narra distintos sucesos, relacionados muchos de ellos con Sicilia, hasta 1380. Para la redacción del conjunto las fuentes utilizadas fueron, además de algún texto narrativo como el mencionado más arriba, numerosos documentos, los libros del escribano de ración y los recuerdos personales del rey y de sus colaboradores. Existe de esta crónica una traducción castellana debida a Antonio de Bofarull. La edición más reciente es: Chronique catalane de Pierre IV d’Aragón, II de Catalogne, dit le Cérémonieux ou «del Punyalet». Introducción y edición de Amedée Pagés. Notas de Ramón d’Alós-Moner y Amedée Pagés. Tolosa-París, 1942, Bibliothéque Méridionale, 2. ª serie, XXXI.
M. Coll y Alentorn