[Cronaca]. Sobresale entre todos los libros de recuerdos domésticos esta crónica escrita por Paolo Morelli (1371-1444), rico lanero salido de aquella laboriosa burguesía florentina que entre los siglos XIV y XV fue la más inteligente de Italia y del mundo. Desde 1393 Morelli comenzó a recoger noticias sirviéndose sobre todo de antiguos documentos familiares, y llevó adelante este trabajo hasta el 1411, dándonos así un libro que si es precioso para el conocimiento de la vida privada de los florentinos de fines del siglo XIV, por otra parte inicia aquellos tratados y memorias «de la familia» tan en auge en el siglo siguiente. Ya las Remembranzas de Lucca di Matteo da Panzano, las de Giovanni Rucellai, y la más imaginativa Crónica de Pitti (v.) abundaban en consejos y preceptos para que la posteridad sacase enseñanzas de las vicisitudes de sus mayores ejemplos de prudencia y de habilidad laboriosa, de manera que lo adquirido por la experiencia a costa de lágrimas y sangre aprovechara a los hijos y a los nietos.
Pero esta crónica de Morelli, además de los méritos de las otras crónicas y recuerdos, tiene una franca sencillez y una eficiencia que la elevan a la categoría de obra de arte. Delicados retratos de seres y visiones de límpidos horizontes alternan en formas airosas y tranquilas; las montañas del nativo Mugello bien regadas y tupidas, las extensiones de hierba y los bosques fragantes vienen al encuentro del lector, con un aspecto sereno y triste a la vez, que los hace inolvidables y comunica a la límpida prosa cierto carácter ejemplar. La obra de Morelli fue impresa en Florencia en 1718 a continuación de la Historia florentina (v.) de Ricordano Malespini, y se espera una edición cuidadosa.
G. Franceschini