Crónica de Glykas

En esta obra de Miguel Glykas, nacido aca­so en Corfú y que vivió en Bizancio en la segunda mitad del siglo XII, están yuxta­puestas, pero no fundidas, las tendencias clásica y popular. La Crónica se divide en cuatro partes, de las que la primera (según el uso bizantino) empieza desde la Crea­ción; la segunda trata de la historia hebrea y oriental; la tercera, de la historia romana hasta Constantino; la cuarta, de la historia de Bizancio hasta la muerte de Alejo Comneno (1118). Es obra característica por sus numerosas y extensas digresiones naturalistico zoológicas sacadas del Fisiólogo (v.), por sus discusiones teológicas, por sus co­piosas anécdotas y por sus exhortaciones morales.

El autor cree llegar a ser original e interesante atestando la narración con noticias, observaciones y sugerencias que resultan completamente ajenas al género histórico. Con ello da origen a una obra enciclopédica de carácter didascálico que, con las reiteradas invocaciones a su hijo, a quien la obra está dedicada, y las frecuentes di­gresiones teológicas, revela cuánto mayores serían sus aptitudes para otras formas lite­rarias, al paso que no logra contrarrestar la dominante corriente retórica, entonces en boga entre los escritores, laicos o religiosos, ya fuesen literatos o pseudoliteratos.

C. Brighenti