“Chiu T’ang Shu” y “Hsin T’ang Shu”, Liu Hsü

[La vieja historia de la dinastía T’ang] y [Nueva historia de la dinastía T’ang]. La dinastía T’ang (618-906), coincide con la edad de oro del imperio chino, no sólo por la extensión de su territorio, sino también por los aspectos brillantes de su cultura. Hay muchas obras sobre la historia de esta época, pero las mejores son dos: Chiu T’ang Shu, compuesta por Liu Hsü en el año 945 con ayuda de otros historiadores cuyos nombres no se conocen, y el Hsin T’ang Shu, compuesta por Ou-yang Hsiu y Sung Ch’i en el año 1060. El libro de Liu Hsü está dividido en 200 volúmenes que contie­nen: 21 tratados sobre los emperadores de la dinastía, 10 tratados sobre la cultura, 1.180 biografías de personajes y 214 disertaciones sobre los pueblos bárbaros.

Esta obra estuvo olvidada durante muchos si­glos a causa de las ásperas críticas de los grandes historiadores de la dinastía Sung (950-1276), especialmente de los autores del Hsin T’ang Shu, que habían dicho: «la obra está mal sistematizada, los hechos no tienen en ella el lugar que les corresponde, además de faltar acontecimientos importantes; tam­bién en el estilo deja que desear». Sin em­bargo, ocupa un puesto notable entre las obras históricas chinas, por la sinceridad con que registra los hechos y por la im­parcialidad al escoger la materia. En el rei­nado del emperador Ch’ien Lung (1736- 1795), de la dinastía Ching (1644-1912), fue reeditada y colocada entre las grandes obras como una de las historias nacionales del país. El Hsin T’ang Shu se divide en 225 volúmenes; es más rica de materias que la anterior (tiene 331 biografías más de perso­najes y 40 volúmenes más sobre cultura), y literariamente es más bella que el Chin T’ang Shu. El autor principal, Ouyang Hsiu, es uno de los grandes escritores de la li­teratura china; él y sus amigos emplearon 17 años para completar esta nueva obra.

Tienen en ella particular relieve las des­cripciones de personajes y la exposición de las causas del encumbramiento y de la de­cadencia de la dinastía; los 50 volúmenes que tratan de la cultura nos dan noticias muy detalladas; así los 21 volúmenes sobre sistemas de examen de estado y los que tratan de sistemas militares, elementos to­dos que faltaban en obras anteriores. Se tenía a este libro en gran consideración, como única fuente de valor sobre la épo­ca T’ang: pero Wu Chen, de la dinastía Yüan, lo criticó, por haber visto en él mu­chos errores, y Wén Chen-ming, de la di­nastía Ming, dijo de él: «El libro es dema­siado refinado en la elección de palabras y demasiado breve recordando los decretos imperiales». Pequeños defectos, que no anu­lan el valor del libro.

Yan Feng Chi