[César Borgia et le duc d’Urbino]. Obra histórica de Robert de la Sizeranne (1866-1933), publicada en 1924. Más que una reconstrucción biográfica quiere ser una especie de gran cuadro novelado. Las mismas intenciones estéticas que guían la meditación del escritor explican cómo se interesó por un momento espléndido y crucial como el del primer Renacimiento italiano. Observando el retrato de Guidobaldo delia Rovere, duque de Urbino, conservado en Florencia en el Palacio Pitti y atribuido antaño a Rafael, el investigador considera el duro destino de este príncipe, amante de los estudios y de la paz como todos los mejores de su estirpe. Los abusos de César Borgia — el duque Valentino — hacen que Urbino sea invadido y que con dificultades Guidobaldo consiga con la fuga salvar la vida. Sólo con la muerte de Alejandro VI y con la desaparición de Valentino, Guidobaldo puede volver a sus Estados y continuar su vida de estudios hasta la muerte, esperada recitando a Castiglione los versos del muy amado Virgilio. El ensayo del escritor francés aparece como una nueva justificación del culto de la belleza del Renacimiento italiano: con el amor a la perfección artística y a la sabiduría humana quedan vencidas las fuerzas maléficas que se basan únicamente en el éxito y en la conquista violenta. El carácter humilde y gentil de Guidobaldo explica el íntimo significado de la aceptación de una vida de paz interior y de moderada cordura frente a la voluntad de poderío, a las fuerzas desencadenadas del mal, a las invasiones, a las matanzas y a las traiciones.
C. Cordié