Comprenden parte de la correspondencia diplomática entre los reyes Amenofis III y IV de Egipto (1405-1352 a. J.C.) y los príncipes de Palestina, Siria, Babilonia y algunos otros países, que han sido descubiertas en las ruinas de Ikhutaton, capital fundada por el último de los mencionados faraones. Estas cartas, que ofrecen la forma habitual de las cartas babilonias y asirías, están redactadas en babilonio y escritas en caracteres cuneiformes. La lengua es el babilonio de la diplomacia de la época, es decir, un idioma no absolutamente puro, sino que deja entrever, a través de sus frases y formas de expresión, e incluso algunas veces a través de su vocabulario, la nacionalidad del secretario que las redactó. Algunas de estas cartas llevan glosas en otras lenguas. Estos documentos proyectan mucha luz sobre las condiciones políticas del antiguo Oriente durante los siglos cuarto y tercero del segundo milenio antes de J.C., la época que los sabios suelen llamar época de Tell El- Amarna, precisamente por referencia a la documentación a que aludimos. Esta misma época resulta documentada por textos en lengua hittita, descubiertos en las ruinas de la capital del imperio de los hittitas, Hattusas, cerca del actual pueblo turco de Bogházkóy. [Edición más reciente: Mercer, The Tell el-Amarnah táblets, I-II (Toronto, 1939)].
G. Furlani