[Cantus catholici]. Colección anónima de cantos religiosos impresa en 1655 en Eslovaquia. Comienza el libro con dos citas de San Jerónimo y San Crisóstomo, en las cuales se recomienda a los fieles manifestar con frecuencia su devoción. El autor después, en un prólogo dirigido al Rvdo. prepósito Jorge Soos, alaba la buena costumbre de elevar a Dios himnos y salmos, no sólo en la iglesia, sino también durante el trabajo y hasta en las diversiones, diciendo que esa costumbre era ya de los tiempos de Cristo y de los Apóstoles. Y como los cantos antiguos han perdido mucha de su eficacia, ya porque han envejecido, ya porque se han estropeado en malas traducciones, la intención del autor es refrescar la belleza de estos cantos, contribuyendo así a la devoción. Siguen por fin los cantos (62 latinos y 228 en lengua eslovaca), variadísimos, para todas las funciones litúrgicas y para todos los momentos de la vida cotidiana. Hay por ejemplo un canto plegaria para el agua, otro para el cambio de tiempo, etc. Cierra la colección un canto sobre la vanidad del mundo. La originalidad de estas composiciones no es mucha, ya que no hacen más que continuar los motivos tradicionales y a menudo calcan muy de cerca cantos de colecciones afines, otros más antiguos y otros de países limítrofes. Su importancia radica, sobre todo, en ser el primer grupo de cantos sacros católicos, escritos la mayor parte en lengua eslovaca antigua y publicados en Eslovaquia.
E. Pronosilová