Cuento humorístico en verso con ilustraciones de Wilhelm Busch (1832-1908), publicado en 1881. Es una caricatura del buen burgués que se cree poeta, y en cierto sentido se parece al Pintor Klecksel (v.). Balduin Báhlamm está obsesionado por el deseo de escribir versos, pero por más que lo intente, nunca consigue tener la calma necesaria para inspirarse. En la ciudad, le distraen del trabajo sus cuatro hijos, los amigos, su mujer; marcha entonces al campo esperando encontrar el silencio y el recogimiento a que aspira. Pero allí, una vaca ruidosa e importuna, un zagal impertinente, un pajarito mal educado, bastan para distraerle cortándole el hilo de la inspiración. Como tampoco en el campo puede escribir sus versos, Báhlamm se vuelve a su casa desilusionado y además con un terrible dolor de muelas que ha contraído como consecuencia de un baño nocturno y poco agradable. Al día siguiente comienza de nuevo triste y desconsolado, bajo el peso de sus esperanzas fallidas, su monótona y poco poética vida de empleado. La larga y flaca figura, dibujada por el caricaturista con unos pocos rasgos de pluma y comentada con versos de bonachona e inocente agudeza, ha conseguido una extraordinaria popularidad en todo el ámbito alemán.
L. Callari