Tratado de arte métrica del jesuita Diego García Rengifo, natural de Ávila, publicado en Salamanca en 1592 bajo el nombre de su hermano Juan Díaz Rengifo que pasa comúnmente por su verdadero autor. Fue desde el primer momento de su aparición el insustituible breviario de los poetas legos, el mejor manual de métrica castellana publicado en su tiempo y sobre todo el mejor repertorio de modelos estróficos de la escuela italiana y tradicional. Inspirada en los preceptos de Antonio da Tempo, la obra de Rengifo es fundamentalmente una adaptación a la poesía castellana de los preceptos métricos y estróficos de la poesía italiana petrarquista que codifica por vez primera con exigencia y rigor, sustituyendo los ejemplos toscanos por fragmentos de nuestros mejores poetas renacentistas. Por otra parte, su detallado estudio de las combinaciones estróficas de la escuela tradicional castellana, pese a los antecedentes de Nebrija, Encina y Sánchez de Lima, supera en mucho a sus modelos anteriores y constituye una aportación absolutamente original.
Si a esto se añade la utilísima silva de consonantes o diccionario de rimas que enriquece la última parte de la obra, será fácil comprender que el Arte Poética Española de Rengifo alcanzase en su tiempo una extraordinaria popularidad que mantuvo hasta el siglo XVIII gracias a la refundición del sacerdote y preceptor barcelonés José Vicens, publicada en 1703. En rigor estricto, el Rengifo carece de autoridad preceptiva por su absoluta carencia de ideas originales y de pensamiento estético, pero fue en cambio el mejor manual de versificación para el uso de romancistas y poetas legos publicado en España en los siglos XVI y XVII. Su verdadero mérito estriba en haber codificado por vez primera de manera sistemática y completa las doctrinas métricas que los poetas españoles de su tiempo habían tenido que aprender hasta entonces a través de la imitación de los modelos italianos y deducir de una manera puramente empírica. Aun cuando la gloria de haber intentado por vez primera con la poética lo que Nebrija había hecho con la gramática corresponde sin duda alguna a Miguel Sánchez de Lima, preciso es reconocer que la plena realización de este propósito se debe casi exclusivamente a Díaz Rengifo, quien con todos sus defectos y limitaciones escribió el primer manual completo de métrica castellana y el único exclusivamente consagrado a esta materia que aparece en España desde los últimos años del siglo XVI hasta la publicación de la Rhytmica de Caramuel.
A. Vilanova