Una de las más importantes divinidades indias. Viṣṇu ocupa el segundo lugar en la «trimūrti» o trinidad divina del hinduísmo, en la cual es considerado como el dios «conservador», al lado de Brahmā (v.), el «creador», y de Śiva (v.), el «destructor».
Pero en contraste con esta concepción tradicional, Viṣṇu tiene también para un gran número de indios la dignidad de dios supremo. En el antiguo período védico, Viṣṇu aparece como una personificación del sol y es particularmente venerado por los tres pasos con que recorrió el universo, los cuales indican el curso del sol en sus tres momentos del amanecer, el mediodía y el ocaso. Más tarde, en la gran literatura épica — Mahābhārata (y.) y Rāmāyana (v.) —, Viṣṇu logra una primacía casi absoluta y se convierte en la divinidad más popular del hinduísmo. 5u más sobresaliente prerrogativa es su gran benevolencia para con el género humano, del cual es protector, salvador y amigo. La infinita misericordia de Viṣṇu le mantiene en constante contacto con el mundo y le hace asumir en distintas ocasiones rasgos terrenales — humanos o zoomórficos — y bajar a la tierra para llevar consuelo y prestar auxilio a sus adoradores y para liberarlos de la destrucción o de alguna grave calamidad.
Tales metamorfosis son los famosos «avatāra» («descendimientos, encarnaciones»), de los que suelen recordarse diez: como pez, Viṣṇu salva a Manú (v.) del Diluvio; como tortuga, sirve de base al monte Mandara, con el cual los dioses y los demonios baten el océano para hacer brotar de él la ambrosía; como jabalí, hace resurgir la tierra, que un demonio había hundido en los abismos del océano; como hombre-león, salva al mundo de la tiranía del demonio malvado; como enano, arrebata al demonio Bali (v.) el imperio del universo; como Paraśu-Rāma, libera a la casta brahmánica del predominio de los Kṣatriyas; como Rāma (v.), da muerte a Rāvana (v.), rey de los Rákṣasa (v.); como Kṛṣṇa (v.), lleva a cabo maravillosas empresas y enseña a los hombres el camino de la eterna salvación; como Buda (Buddha) (v.), conduce a la ruina a los demonios y a los hombres malos; como Kalki, aparecerá al final de la edad actual en funciones de juez supremo, para destruir definitivamente a los malvados y preparar la pureza de la nueva era. Viṣṇu tiene por consorte a Lakṣmī (v.). Se le representa con el cuerpo azul y cuatro brazos con sus correspondientes manos en las que lleva un disco, una ninfea, una concha y una maza. Está sentado sobre una flor de ninfea, o sobre el pájaro Garuḑa, o sobre la serpiente cósmica.
M. Vallauri