Personaje semilegendario de la historia antigua de la India, conocido también con el nombre de Kauṭilya, y creación artística de Visākhadatta, que le convierte en protagonista de su drama Mudrāirākşasa (v.). Primer ministro del rey Candragupta Maurya, es el sin par tipo del consejero áulico y diplomático indio según las normas de la doctrina política de su raza, cauto y precavido en su infinita sagacidad, y, al mismo tiempo, libre de todo escrúpulo en la maquinación de embrollos y en el aprovechamiento de cualquier medio, por desleal y delictivo que sea, para alcanzar el fin deseado.
La expresiva representación artística de este Maquiavelo indio que nos da el autor es verdaderamente magistral, y va haciéndose más y más interesante a medida que las escenas dramáticas dominadas por la voluntad inflexible y tenaz de Cāṇakya nos manifiestan, bajo apariencias de viva realidad, muchas de las normas y directrices politicodiplomáticas expuestas teóricamente en el Kauṭilīya-Arthaśāstra (v.) Cāṇakya, en efecto, se vale normalmente de espías de toda ralea, jóvenes envenenadoras y sicarios, disponiéndolos hábilmente alrededor de su enemigo y rival Rākşasa, ministro del destronado Malayaketu; hace perpetrar un delito y difundir luego acusaciones tendenciosas para crear escisiones entre Rākşasa y su príncipe; mediante la calumnia y la delación hace caer en desgracia del príncipe enemigo a quienes le eran más fieles, y trama y lleva a término traiciones de todo género.A pesar de que domina toda la obra, esta perfecta creación dramática tiene, no obstante, a través de los episodios escénicos, un constante e igualmente logrado antagonista en la persona del ministro adversario Rākşasa.
M. Vallauri