Escritas en 1822 por José Faustino Sánchez Carrión (1787-1825), expresan en forma clara y elocuente los propósitos que animaron a los gestores de la independencia nacional. De acuerdo con los designios del Protector José de San Martín, y de su ministro Bernardo Monteagudo — que temían una acción de la Santa Alianza contra la libertad de América —, habíase organizado la Sociedad Patriótica, y en su sesión inaugural corrió el discurso de orden a cargo del clérigo José Ignacio Moreno, quien hizo la apología del régimen monárquico. Para combatir sus argumentos, Sánchez Carrión publicó entonces dos cartas con el pseudónimo de «El Solitario de Sayán»: la primera (en «La Abeja Republicana», Lima, 15-VIII-1822), sobre la in- adaptabilidad de la monarquía a las condiciones históricas y sociales del Perú, y la segunda (en «El Correo Mercantil Político- Literario», Lima, 6-IX-1822), sobre la conveniencia del sistema republicano de gobierno. Controvierte brillantemente la arbitraria aplicación de las observaciones políticas de Montesquieu — en las cuales se apoyaban los monárquicos — y en sus conclusiones atiende a la necesaria asociación entre la libertad nacional y la libertad ciudadana exigida por el gobierno representativo. Le inspiró su fe en las virtudes patrióticas del pueblo peruano, y a ella debieron las Cartas su influencia en la organización definitiva del país.
A. Tauro