[Scritti minori di sdenze, filosofía e letteratura di Gentile Jr.]. Pequeño volumen editado postumamente de Giovanni Gentile hijo (1906-1942), publicado (Florencia, 1943) por el padre del autor que hace en el proemio una breve advertencia en la que dice que el volumen recoge casi todos los artículos de género vario que el autor publicó en el último decenio de su breve carrera.
«Son escritos de divulgación seria o, mejor, de crítica, que nos revelan al hombre en todas sus facetas, a diferencia de los escritos de alta investigación científica, en los que el autor muestra sólo un aspecto de su ingenio, el dedicado a la especulativa abstracción de la ciencia» De este juicio, sólo la primera parte nos parece aceptable, esto es, la afirmación de que en los Escritos menores [Scritti minori] se nos muestra el hombre completo, o, como dice más adelante, que gracias a ellos Gentile hijo descendió «a lo concreto de la vida para ponerse en contacto con la práctica, con la poesía y con la filosofía, a la que fue siempre aficionadísimo».
Pero nos parece inaceptable que en sus escritos mayores no aparezca todo el hombre o, peor, que revelen sólo una faceta de su ingenio, separada de las otras, y dirigida no a la ciencia concreta, sino a la especulación abstracta de la ciencia. Los Escritos menores comprenden, además del apéndice, doce ensayos y veintidós juicios breves, y demuestran que Giovanni Gentile Jr. era un filósofo científico de amplia cultura y de vivo ingenio. El ensayo sobre el método experimental fue publicado por primera vez en el vol. XXXII (1936) de la «Enciclopedia Italiana» y más tarde reimpreso por el autor en las Cuestiones clásicas de Física [Questioni classiche di física, Florencia, 1937]. No se trata de un escrito de divulgación, aunque sea de alta divulgación, sino de un ensayo original. El autor define el método experimental examinando críticamente sus fases históricas más notables, desde un punto de vista que podríamos llamar neokantiano.
El ensayo termina, en efecto, con la afirmación de que el único principio que se ha demostrado eficiente en la física moderna «es precisamente el más propiamente kantiano, el que asegura que no es lícito el uso transcendental de los conceptos de la física; y esto en el sentido de que cada concepto físico sólo puede emplearse en la interpretación de un fenómeno en cuanto puede convertirse en objeto de una experiencia posible». Una observación importante es la que se hace al comienzo del ensayo: el método experimental no está totalmente en las reglas de la inducción verdadera de Bacon, ya que en ellas falta un elemento fundamental, esto es, la medición. Gracias a la medición se hace posible definir concretamente los entes conceptuales que son indispensables en la interpretación de la realidad física. De este modo, el arte de experimentar, concebido como arte de la medición, nace con Galileo; en eso precisamente consiste la grandeza y la originalidad del genio galileano.
Los griegos, por el contrario, carecieron de verdadera ciencia experimental. La ciencia griega de la naturaleza se redujo a especulación geométrica, sin lograr convertirse en una verdadera y propia teoría física, porque los griego^ no vieron que las sensaciones tienen en su raíz un valor espiritual como el concepto. No menos significativa, y opuesta en ciertos aspectos al idealismo italiano, al que en cierto sentido él mismo pertenece, es la afirmación de que todas las sutilezas que quieran distinguir entre pensamiento y experiencia, carecen de razón de ser. En concreto, el contenido experimental de una ciencia dada coincide con los motivos espirituales que surgen del meollo de ésta y que se contrastan en la experiencia. Otro ensayo sobre el que convendría detenerse, si el espacio nos lo consintiera, es la comunicación a la XXIV reunión de la S. S. P. S., y que se titulaba: «Motivos especulativos kantianos en la física moderna».
En ella el autor sostiene por primera vez la tesis, que luego ha hecho fortuna, de que la teoría kantiana de la relación entre pensamiento y experiencia triunfa verdaderamente, más que en la física clásica, con la que algunas veces se halla en contradicción, en la física actual. El apéndice reimprime el artículo póstumo de Ettore Majorana, artículo de cuya publicación se había cuidado Gentile hijo, en «Scientia», como cosa propia, tal era la comunidad de pensamientos, problemas y propósitos entre los dos físicos tan prematuramente desaparecidos.
S. Timpanaro