[De república]. Escrito político de Cicerón (106- 43 a. de C.) en forma dialogada, publicado el año 51.
En el diálogo, que se imagina sostenido en 129, participan ilustres personajes de dos generaciones anteriores: Escipión Emiliano, Lelio, Filo y Manilio. El tratado sigue el modelo de la República (v.) de Platón, aunque renunciando a cuanto allí había de utópico en la idea del griego, con particular atención al Estado romano. Se divide en seis libros, cada dos de los cuales corresponden a los discursos mantenidos durante una misma jornada.
En el primero, Escipión distingue tres formas de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia; aisladas, no prosperan, pero conjugadas las tres, como sucede en el Estado romano, llevan a su mayor grado de perfección el gobierno político. Para lograr tal perfección, como se demuestra en el libro segundo, es preciso, no que un solo legislador haya otorgado la constitución del pueblo, sino que el pueblo mismo se la haya formado a través de siglos de experiencias.
En el tercero se discute sobre la justicia; dos personajes en antagonismo sostienen tesis opuestas: Lelio admite que exista una justicia y que ella se base en el gobierno público; Filo cree, por el contrario, que las leyes sociales nacen de la utilidad y de la fuerza, a las cuales se quiere dar arbitrariamente el nombre de justicia. En el cuarto y quinto libros, hoy muy fragmentarios, se trata de cuestiones concernientes al Estado romano.
En el sexto aparece el famoso «Sueño de Escipión», una visión que había tenido Escipión y que sirve como motivo para exponer las doctrinas sobre la inmortalidad del alma y los premios ultraterrenos que se conceden a los beneméritos de la patria. De los seis libros, tan sólo el «Sueño de Escipión» fue conocido en la Edad Media, gracias, sobre todo, al comentario que sobre él escribió Macrobio. Pero en el año 1819, Angelo Mai descubrió en un palimpsesto los otros libros, si bien fragmentariamente, y Giacomo Leopardi le dedicó uno de sus Cantos (v.): A Angelo Mai cuando encontró los libros de Cicerón, sobre la República. [Trad. española de Antonio Pérez García (Madrid, 1848); de Antonio Zozaya (Madrid, 1885) y de Francisco Navarro y Calvo en Obras completas, t. VI (Madrid, 1884)].
F. Della Corte
Es el literato grande, es el expositor y, tal vez también, el constructor de la teoría que resulta de la propia experiencia y del propio talento; y siempre se mantiene como el literato que expone, que critica, que renueva e innova. (C. Marchesi)