Cincuenta y seis son los escritos de Raterio de Lieja, obispo de Verona (890-974), compuestos en el curso de una vida afanosa y dolorosa. Hombre muy culto, anticipó con sus obras, a pesar de incomprensiones y odios, la reforma eclesiástica del siglo XI: sus escritos contribuyeron, quizás excesivamente, a denunciar los vicios de los obispos de su tiempo.
De los cincuenta y seis escritos hay que recordar los Praeloquiorum libri sex, en los que se exponen y estudian los deberes de los hombres, las normas para la vida espiritual, los deberes para con el obispo y los deberes del obispo, los vicios capitales, la caridad, la penitencia, la gracia y el modo de interpretar las Escrituras. El Excerptum ex dialogo confessionali cuiusdam sceleratissimi, miro dietu, Ratherii Veronensis episcopi sed lobiensis monachi y el De contemptu canonum remachan la actitud hostil de Raterio para con el clero concubinario y corrompido. Notables son también la Vita S. Ursmani y el Liber Apologeticus. Pero la obra que nos da en mayor grado la medida de la cultura de Raterio es la Phraenesis, compuesta en 935 en la cárcel de Pavía, muy rica en recuerdos clásicos. En este escrito de carácter autobiográfico, el autor — según las normas de la enseñanza — empleó un estilo oscuro y difícil, que hace muy ardua su interpretación.
Atribuíbles a Raterio y testimonios de su amor a los estudios profanos son tres composiciones poéticas, transmitidas por los códices LX y LXXXVIII de la Capitular de Verona, y una poesía idílica que evidencia la perfecta fusión de los elementos clásicos con los cristianos. Su actividad como erudito queda también atestiguada por los códices que llevan sus apostillas, conservados, la mayor parte, en la Capitular de Verona. Todas estas obras, de variado contenido, atestiguan el gran interés por los estudios en general, y los teológicos en particular, que nunca dejó de animar la combativa, áspera y dolorosa existencia de Raterio de Verona.
A. Cutolo