El usurero Kostylev ha transformado una mísera cantina en albergue para pobres, un asilo nocturno de desarrapados. Entre los huéspedes del albergue están Lukas, mitad santo, mitad charlatán, capaz de infundir a todos un poco de esperanza o de ilusión, y el ladrón Vaska, amante de Vasilisa, la mujer de Kostylev, aunque enamorado en realidad de la hermana de ésta, Natasha. Vasilisa trata de inducir a Vaska a que mate a Kostylev para poder vivir juntos; Vaska, por último, accede, pero con otro propósito: liberar a Natasha de los odiosos atropellos del usurero. Tras la muerte de Kostylev, también Lukas desaparece del albergue, dejando a sus compañeros de miseria sumidos en la desesperación.